Aunque muchos creen que la vida circense es sacrificada o distinta al ritmo tradicional de cualquier familia alrededor del mundo, África Fuentes, una artista de circo que representa la tercera generación dedicada a este oficio, señala que tiene una rutina como la de cualquier mujer: comparte en familia y muy especialmente con sus dos hijas de 15 y 18 años, respectivamente.
Como suele ocurrir a los profesionales de las carpas, ésta artista comparte el escenario con sus hijas, “una es equilibrista, camina por la cuerda floja y la otra es malabarista, contorsionista y también se dedica al arte de los caballos, en realidad son multifacéticas”, destaca Fuentes.
“Hay dos cosas que no cambiaría en mi vida y es que volvería a ser artista, lo más gratificante de mi profesión es ver cómo la gente se divierte. Pero también segura estoy que volvería a ser madre”.
África Fuentes, describe su rutina diaria como la cualquier madre, “en las mañanas ensayo en el trapecio, porque es necesario cumplir con la rutina diaria, al terminar, se realizan las diligencias necesarias, para luego compartir el almuerzo o un paseo con mis hijas, después toca prepararse para la función”.
Como mamá, esta profesional del trapecio aprovecha para recomendarle a las mujeres que el tiempo en familia y con los hijos es necesario y enriquecedor, que siempre hay que apartar el momento para compartir con ellos, siempre tienen algo que contar y nosotros algo que aportarles.
