Beber café reorganiza la conectividad cerebral y mejora la función ejecutiva

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Foto: Archivo

Un reciente estudio científico realizado en Corea del Sur ha revelado que beber café no solo estimula la mente, sino que también reorganiza la conectividad funcional del cerebro, favoreciendo una red neuronal más eficiente y asociada a mejoras en la memoria de trabajo y la función ejecutiva.

Según informó la revista Nature, este hallazgo aporta una nueva perspectiva sobre los efectos del café en la cognición, respaldando la creencia popular de que esta bebida puede potenciar el rendimiento mental, pero ahora con evidencia basada en análisis avanzados de la actividad cerebral.

El objetivo principal de la investigación, desarrollada por científicos de la Universidad de Corea y el Instituto de Ciencia y Tecnología de Corea, fue identificar los mecanismos por los cuales el café influye en la función cognitiva, centrándose en la organización de las redes cerebrales. Para ello, el equipo reclutó a 21 adultos sanos, de los cuales 11 eran mujeres, con una edad promedio de 31,4 años y un alto nivel educativo. Todos los participantes se encontraban libres de trastornos neurológicos, psiquiátricos o enfermedades crónicas que pudieran afectar los resultados de la electroencefalografía (EEG).

Antes de iniciar el experimento, los voluntarios se abstuvieron de consumir bebidas con cafeína y de utilizar sustancias psicoactivas o medicamentos durante al menos 24 horas. El protocolo, aprobado por el comité de ética del Korea University Anam Hospital, consistió en realizar pruebas neuropsicológicas y registros de EEG en estado de reposo, tanto antes como 30 minutos después de consumir una lata de café comercial (Let’s Be, Lotte Chilsung Beverage), que contenía 160 mililitros y 67 miligramos de cafeína.

Las pruebas cognitivas incluyeron el Mini-Mental State Examination (MMSE) para evaluar la función global, el Digit Span Forward y Backward para medir la atención y la memoria de trabajo, el Trail Making Test Part B para la función ejecutiva, y tareas de memoria a corto plazo y de recuerdo diferido. El EEG se realizó con un sistema de 32 canales, registrando la actividad cerebral durante una hora en condiciones de reposo y ojos cerrados. Los datos se analizaron mediante técnicas de teoría de grafos, que permiten caracterizar la topología de las redes cerebrales y cuantificar su eficiencia.

Resultados principales: mejoras cognitivas tras el consumo de café

De acuerdo con el reporte de Nature, los resultados mostraron que, tras beber café, los participantes experimentaron mejoras significativas en pruebas específicas de memoria de trabajo y función ejecutiva. En el Digit Span Forward, el promedio de dígitos recordados aumentó de 8,5 a 8,9, mientras que en el Digit Span Backward, la cifra pasó de 6,2 a 7,3. En el Trail Making Test Part B, que evalúa la capacidad de alternar entre tareas y la velocidad psicomotora, el tiempo de ejecución se redujo de 5,8 a 4,9 segundos, lo que indica una mayor eficiencia en la función ejecutiva.

Los investigadores destacaron que “el rendimiento en las pruebas Digit Span y Trail Making Test Part B mejoró tras el consumo de café”. Además, la mejora en la función ejecutiva, medida por el Trail Making Test Part B, se correlacionó con cambios en los parámetros de las redes cerebrales, lo que sugiere una relación directa entre la reorganización de la conectividad cerebral y el aumento del rendimiento cognitivo.

Cambios en la conectividad cerebral y eficiencia de las redes neuronales

El análisis de los registros de EEG reveló que el consumo de café reorganizó la conectividad funcional cerebral hacia una red más eficiente. Nature detalló que se observaron incrementos en medidas como el grado promedio, la fuerza promedio, la eficiencia global y local, y el coeficiente de agrupamiento en varias bandas de frecuencia, especialmente en las bandas delta y theta. Estas modificaciones reflejan una mayor integración y comunicación entre diferentes regiones cerebrales.

La reorganización de la red cerebral se manifestó principalmente en las regiones fronto-centro-parietales, áreas asociadas con la atención y la función ejecutiva. Los cambios en la topología de la red, caracterizados por una mayor agrupación y trayectorias más cortas entre nodos, sugieren que el cerebro opera de manera más eficiente tras la ingesta de café. Según los autores, “el consumo de café reorganizó la conectividad funcional cerebral hacia una red más eficiente”, lo que podría explicar los efectos beneficiosos observados en las pruebas cognitivas.

El estudio también encontró que la mejora en la función ejecutiva estaba correlacionada con parámetros específicos de la red, como la disminución del diámetro en la banda alfa y la disminución de la asortatividad en la banda beta, así como un aumento en la propiedad de “small-worldness” en la banda alfa. Estos resultados indican que la eficiencia global de la red cerebral, más que cambios localizados en áreas específicas, podría ser el mecanismo subyacente a la mejora cognitiva inducida por el café.

Contexto: consumo de café y estudios previos sobre sus efectos cognitivos

El café es una de las bebidas más consumidas a nivel mundial, con más de 165 millones de sacos de 60 kilogramos consumidos anualmente, según datos de la International Coffee Organization citados por Nature. Tradicionalmente, se le han atribuido efectos beneficiosos para la salud, como la prevención de enfermedades cardiovasculares, diabetes y Parkinson, además de su capacidad para aumentar el estado de alerta y contrarrestar la fatiga.

No obstante, los estudios previos sobre el impacto del café y la cafeína en funciones cognitivas superiores han arrojado resultados inconsistentes. Algunas investigaciones han reportado mejoras en la atención, la memoria de trabajo y el control ejecutivo, mientras que otras no han encontrado cambios significativos. Además, la expectativa de los efectos estimulantes de la cafeína podría influir en la respuesta cognitiva, lo que complica la interpretación de los resultados.

La novedad del estudio publicado en Nature radica en el uso de análisis de redes cerebrales mediante EEG, una aproximación que permite observar cómo el café afecta la integración funcional entre distintas regiones del cerebro, más allá de los resultados de pruebas neuropsicológicas convencionales. Los autores subrayaron que “los efectos beneficiosos del café sobre la función cognitiva podrían atribuirse a la reorganización de la conectividad funcional cerebral”.

Limitaciones del estudio y consideraciones sobre la generalización de los resultados

A pesar de la solidez metodológica, los autores reconocieron varias limitaciones. La muestra fue pequeña y compuesta exclusivamente por adultos jóvenes y altamente educados, lo que restringe la posibilidad de extrapolar los resultados a otras poblaciones, como personas mayores o con menor nivel educativo. Además, no se evaluaron las diferencias individuales en la susceptibilidad biológica a la cafeína ni la expectativa subjetiva de los participantes respecto al consumo de café como potenciador cognitivo.

Otra consideración importante es el posible efecto de aprendizaje, ya que las pruebas cognitivas se repitieron antes y después del consumo de café. Sin embargo, los investigadores intentaron mitigar este sesgo utilizando diferentes conjuntos de contenidos en cada repetición. Por último, dado que el café enlatado utilizado contiene otros ingredientes además de cafeína, no se puede atribuir los efectos observados exclusivamente a esta sustancia.

Nature puntualizó que “los resultados podrían no generalizarse a la población general, especialmente a personas mayores”, y que “no se puede descartar la influencia de otros componentes presentes en el café enlatado”.

Los resultados de este estudio sugieren que la reorganización de la conectividad funcional cerebral tras el consumo de café podría servir como un marcador cuantitativo para comprender los efectos beneficiosos de esta bebida sobre la cognición, en particular sobre la función ejecutiva. La información, publicada por Nature, aporta una base científica para explorar cómo el café puede influir en el rendimiento mental a través de cambios medibles en la arquitectura de las redes cerebrales.

Con información de Infobae