La creciente complejidad del entorno empresarial exige decisiones acertadas y asesoría experta en cada área. En este contexto, la licenciada Erika García, contador público colegiada del estado Aragua, alertó sobre el intrusismo contable en las empresas venezolanas.
Durante su intervención en el programa “Por 2 Razones” García expuso una preocupante tendencia que afecta a pequeñas y medianas empresas: propietarios y gerentes que, buscando reducir costos, asumen directamente la gestión contable sin contar con formación profesional, o delegan esta función en personas no colegiadas.
“Lo que parece un ahorro se convierte en una fuente de pérdidas, errores financieros y decisiones que pueden poner en riesgo la estabilidad de un negocio”, advirtió la especialista.
El CPC como garantía de legalidad y transparencia
Erika García destacó que solo los contadores públicos colegiados, debidamente registrados con su número de CPC, están legalmente autorizados para llevar la contabilidad, firmar estados financieros y actuar ante organismos oficiales.
“Ese número es el escudo que protege a las empresas del fraude, del desorden contable y de consecuencias legales futuras”, explicó.
Así mismo, García hizo un llamado a instituciones públicas, financieras y organizaciones sin fines de lucro a verificar siempre la colegiatura de los profesionales que contratan. “No basta con la experiencia: la legalidad solo la otorga el colegio profesional”, enfatizó.
Una guía para evitar el fraude
Como parte de la campaña impulsada por el Colegio de Contadores Públicos del estado Aragua, García recomendó a empresarios y emprendedores solicitar siempre la hoja de vida, el título universitario y, sobre todo, el número de colegiatura antes de contratar a cualquier asesor contable.
“Es una acción sencilla que puede marcar la diferencia entre el éxito y el colapso financiero”, aseguró.
El intrusismo contable también es un delito
Finalmente, la licenciada García recordó que el intrusismo contable no es solo una falta ética, sino un delito tipificado, con consecuencias legales que incluyen cargos por fraude. “Los colegios de contadores cuentan con tribunales disciplinarios que están abiertos a recibir denuncias y a defender a quienes han sido víctimas de usurpación profesional”, subrayó.
La advertencia es clara: en tiempos de incertidumbre económica, la profesionalización es una inversión, no un lujo. Confiar la contabilidad a manos inexpertas puede tener un precio demasiado alto.
Con información de Mundo. Ur
