¿Agua fría o caliente?: Esta es la temperatura a la que debes lavar tu cara

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Foto: Archivo

Varias cosmetólogas y directoras dermocosméticas se ponen de acuerdo en uno de los errores más frecuentes que solemos cometer y es la temperatura del agua. Tradicionalmente, se ha creído que la manera correcta de lavarse la cara era con agua fría e incluso, mucha gente se ha llegado a pasar un hielo con el rostro para conseguir mayor firmeza. Ahora, algunas expertas en cuidado facial abordan este debate.

Sonia Ferreiro, biotecnóloga y cosmetóloga en Byoode, opina que tendemos a caer en el error de “lavarnos la cara con el agua a una temperatura que nos hace ningún favor. Y lo cierto es que, si lo que queremos es eliminar la suciedad, como mejor se consigue, es con agua atemperada. Se retira mucho mejor que con agua fría”.

Por su parte, Mireia Fernández, directora dermocosmética de Omorovicza, aborda que una gran parte de la suciedad del rostro suele tener ciertos componentes oleosos: “Igual que cuando freímos algo, para retirar la grasa de la sartén debemos aplicar agua más bien caliente, con el rostro ocurre igual. El limpiador y el agua ligeramente caldeada favorecerán que esos lípidos se disuelvan y sean más fáciles de retirar”.

Nada de agua fría

La doble limpieza facial cada vez es más popular. Y es que, que combines tus limpiadores con agua fría, pues, tal y como dicen las expertas en belleza, no es la mejor idea. “El agua fría puede hacer que la suciedad se adhiera más a la piel en lugar de eliminarla completamente , volviendo más densas las impurezas”, advierte Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD. «Igual que cuando freímos algo, para retirar la grasa de la sartén debemos aplicar agua más bien caliente, con el rostro ocurre igual»

No obstante, el agua fría tampoco es muy amiga de las pieles acneicas. Porque “si tienes acné, es posible que, en un primer momento, con el contacto del agua fresca, sientas alivio, sin embargo, puede tener una consecuencia que no esperas. Ese frescor, otrora agradable, se transforma en un aumento de la producción de sebo una vez que la piel vuelva a su temperatura normal”, explica Estefanía Nieto, directora dermocosmética en Medik8.

En adición, Nieto añade que “solo recomendaría agua fría en pieles sensibilizadas, donde las bajas temperaturas podrán calmar el tejido. No obstante, mi recomendación es, en estos casos particulares, aclarar con agua templada o ligeramente cálida y terminar con un splash de agua fría”.

Mejor agua templada

“En el término medio está la virtud”, y es que, en cosmética no iba a ser menos. La temperatura a la que habría que lavarse la cara que la piel no se resienta es lo que solemos llamar agua templada. O, como lo explica Marta Agustí, directora dermocosmética de Boutijour, “para limpiarla piel en profundidad y que, a la vez, se mantengan equilibrados los niveles de nuestra piel, lo ideal es hacerlo a unos 30ºC”, concluye.

Con información de Estetic