Al menos siete personas murieron este viernes en una serie de bombardeos israelíes contra cuatro localidades diferentes del sur del Líbano, entre ellas un niño y varios miembros del grupo chií libanés Hizbulá.
Un avión no tripulado israelí mató a un adulto y a un menor de 7 años en Aita al Jabal, a más de doce kilómetros de la frontera de facto entre ambos países, informó el Centro de Operaciones de Emergencia del Ministerio de Salud Pública libanés en un comunicado.
El adulto fallecido es Muhammad Mahmoud Najm, un miembro «importante» de la Unidad de Cohetes y Misiles de Hizbulá para el sur del Líbano, según el Ejército israelí.
El Centro de Operaciones de Emergencia libanés confirmó el fallecimiento de tres personas en un bombardeo israelí contra Tayr Harfa, de una más en otro ataque contra Mays al Jabal y de una última que fue alcanzada mientras viajaba a bordo de una motocicleta por Aitaroun.
Con ello, se eleva a siete el número de muertos este viernes en el sur del Líbano, donde Hizbulá ha reconocido hasta el momento cinco bajas en sus filas, incluido un «combatiente» que se correspondería con el miembro de su Unidad de Cohetes y Misiles anunciado por el Ejército israelí.
Lolos fallecidos esta tarde en Mays al Jabal y Aitaroun también son integrantes del grupo chií, pues afirma que en esas dos zonas atacó a sendos milicianos que horas antes había disparado cohetes contra el territorio israelí, según un comunicado castrense del Estado judío.
En las últimas semanas, Israel ha intensificado su campaña de bombardeos selectivos contra miembros de Hizbulá y, en menor medida, también de otros grupos participantes en el estallido de violencia en el Líbano, entre ellos facciones palestinas.
El movimiento chií todavía no ha respondido al asesinato de su máximo comandante, Fuad Shukr, hace más de tres semanas a las afueras de Beirut, mientras el país sigue de cerca las negociaciones para alcanzar un alto el fuego en Gaza, entre expectativas de que un acuerdo allí se refleje también en el Líbano.
Con información de EFE