El francés Julian Alaphilippe será el líder del Soudal Quick Step en la 115 edición de la Milán San Remo que se disputa este sábado, primero de los cinco “monumentos” del calendario de clásicas.
Ganador en 2019 de la “classicissima”, Julian Alaphilippe tomará la salida por séptima vez en su carrera, junto con un fuerte equipo que incluirá a Kasper Asgreen, Mattia Cattaneo, Josef Cerny, Gianni Moscon, Casper Pedersen y Luke Lamperti, el joven neoprofesional estadounidense que debuta en la San Remo después de un comienzo de temporada esperanzador.
El primer monumento no partirá de la capital de Lombardía. Pavía, situada a unos 40 kilómetros de Milán, es donde los ciclistas se reunirán el sábado para iniciar lo que será un viaje de 288 kilómetros hasta la soleada costa de Liguria. Esta larga procesión cobrará vida dentro de los últimos 30 kilómetros, cuando quienes quieran dejar a los velocistas tendrán una primera oportunidad de hacerlo en las faldas de la Cipressa. Desde su cima sólo quedarán 12 kilómetros hasta el Poggio, la legendaria subida de Milano-Sanremo, donde se escribieron algunos de los momentos más inolvidables de la carrera.
Y si un pequeño grupo sigue unido después de la cuesta de 3,6 km, siempre queda el descenso técnico, donde algunos de los corredores pueden intentar marcar la diferencia antes de la icónica meta en la Via Roma.
“Empezaremos la Milán-San Remo con mucha motivación. Sabemos que no somos los principales favoritos, pero eso no significa que no intentaremos hacerlo lo mejor posible para conseguir un buen resultado. La carrera es seis kilómetros más corta que el año pasado, pero eso no cambia nada y la acción decisiva debería comenzar en la última hora de carrera”, afirmó el director deportivo del Soudal, Davide Bramati.
Vía: EFE