Desmitificamos los tratamientos «milagrosos» que inundan las redes sociales y te explicamos por qué es importante buscar información veraz sobre fertilidad.
Con una de cada seis personas afectadas por la infertilidad en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud, el fenómeno es tan atractivo que se adapta a un público muy amplio. La propuesta va desde el “yoga de fertilidad” para las citadinas estresadas, hasta el método “NaPro” para los creyentes, presentado como una alternativa natural a la Procreación Médicamente Asistida (PMA) basada en la observación del ciclo femenino.
El profesor Samir Hamamah, presidente de la federación francesa de estudio de la reproducción, asegura que “no hay ninguna receta milagrosa, ningún alimento mágico” que permita una fecundación exitosa, aunque se recomienda una dieta equilibrada.
Sin embargo el obstetra Jean-Luc Pouly destaca que “un estudio de la FDA (la agencia sanitaria estadounidense) muestra que el mercado de los complementos alimenticios específicos para la fertilidad alcanza los 4.000 millones de dólares en Estados Unidos, aunque no hay ninguna prueba de su eficacia”.
Las cuentas de Instagram, TikTok o las aplicaciones dedicadas a la fertilidad se dirigen en su gran mayoría únicamente a las mujeres, aunque la infertilidad de una pareja proviene en un tercio de los casos de la mujer, en otro tercio del hombre y en el último tercio de ambos, recuerda Micheline Misrah Abadou, referente nacional para las infertilidades genéticas y para la insuficiencia ovárica primaria del Plan “Francia Medicina Genómica”.
Este interés de las mujeres por estas soluciones “milagrosas”, señala la especialista, también proviene de la “sub-medicalización” que sufren. Los problemas de salud femeninos no siempre son justamente considerados por la medicina. Esto las lleva a “hacerse cargo de su salud ellas mismas y ayuda a que se desarrolle un mercado paralelo”, destaca.
Con información de Semana