Dormir bien es tan importante para los niños como respirar. Un estudio reciente ha revelado que ciertos alimentos pueden ser verdaderos aliados a la hora de garantizar un sueño reparador en los más pequeños.
Desde el punto de vista alimenticio, como refirió la licenciada Isabel Ríos, nutricionista de la Clínica Internacional a Hogar y Familia, los factores que pueden afectar el sueño infantil son:
– Patrones alimenticios desordenados.
– Consumo de alimentos estimulantes antes de dormir.
– Ingesta de alimentos con alto contenido de grasa saturada.
– Horarios irregulares de comida.
Karen Velásquez Pérez, coordinadora de nutrición de la Clínica Ricardo Palma detalla que las comidas pesadas o muy grasosas, ya sean hamburguesas, pizzas, frituras y comidas rápidas, pueden generar indigestión y malestar, evitando así que los niños logren un descanso reparador: la cafeína, la cual está presente en diversos refrescos, gaseosas, té, chocolate y bebidas energizantes, es un estimulante que también puede alterar el sueño .
Según Velásquez entre los alimentos que pueden ayudar a los infantes a dormir mejor, se encuentran:
Leche: este es uno de los alimentos que mayor contenido de triptófano contiene. Por ello, se recomienda consumir una taza de leche tibia o caliente durante la última comida del día, en promedio, entre las 6 y 7 de la noche.
Yogur: especialmente el griego, es otro tipo de lácteo que también tiene una buena cantidad de triptófano; sin embargo, a diferencia de la leche, el yogur posee microorganismos, los cuales favorecen a la microbiota intestinal. Diversos estudios han demostrado que, tener una microbiota fortalecida y con un buen funcionamiento mejora la regulación del ciclo del sueño.
Aguacate: gracias a su alto contenido de omega-3, esta fruta ayuda a regular los ritmos circadianos, además de reducir la inflamación corporal, lo cual también está estrechamente asociado a un mejor descanso.
Con información de La Razón