En Venezuela, de acuerdo con estudios y reportes, se ha observado una pérdida progresiva del fondo coralino, principalmente, en el Parque Nacional Mochima. La última prospección realizada en 2018 estimó que entre 3 millones y 5 millones de metros cuadrados de arrecife se perdieron. La causa principal de esta desaparición es la presencia y expansión del coral Unomia Stolonifera.
Juan Pedro Ruiz-Allais, biólogo e investigador del proyecto unomia, explicó para El Diario que este coral invasor representa una grave amenaza para la supervivencia de los arrecifes, lo que a su vez genera un desequilibrio en los ecosistemas marinos.
Ruiz-Allais describió la unomia como una alfombra vegetal que coloniza a gran velocidad, asfixiando los arrecifes a su paso. Indicó que, al cubrirlos, se pierde la estructura natural que permite la fijación de diversos organismos, lo que conduce a la muerte del arrecife y la desaparición de la vida marina que este alberga.
En el proyecto unomia, desde hace más de 10 años han concientizado a la población para tratar de disminuir el impacto ambiental de esta especie en las aguas venezolanas. Sin embargo, la falta de respuesta e interés por parte de las autoridades ambientales y nacionales ha hecho que ya sea tarde para prevenir daños mayores.
Sobre el descubrimiento de unomia
Su primer registro en el territorio data del año 2007. Su propagación se ha reportado en los estados Sucre, Anzoátegui, Aragua y Falcón.
El biólogo señaló que, aunque los arrecifes de coral son algunos de los ecosistemas marinos más amenazados por el cambio climático, la contaminación y la sobrepesca, algunos investigadores también consideran que las especies invasoras son la principal causa de la pérdida de biodiversidad en el mundo actualmente.
“Las especies invasoras tienen un impacto significativo en la dinámica marina. Desde hace tiempo están afectando la actividad pesquera en el parque nacional Mochima, no solamente disminuyendo la cantidad de pesca, sino que, además, dificultando la actividad. Esto sucede porque cuando lanzan las redes, lo que hacen es arrastrar cientos de kilos y toneladas de coral”, alertó Ruiz-Allais.
El investigador destacó que el coral invasor unomia está causando la pérdida de poblaciones de peces debido a que los organismos empiezan a disminuir, se van o mueren. Esta situación afecta directamente los arrecifes. Ruiz-Allais mencionó que son cruciales para la cría, reproducción y resguardo de muchas especies comerciales. Al no haber un ecosistema habitable, no existe la vida marina.
Además, el turismo en la zona también sufre. El biólogo refirió que las playas de Mochima están invadidas por unomia, lo que desanima a los visitantes, quienes buscan playas cristalinas y libres de contaminación.
Para comprender la magnitud de la colonización del coral unomia, Ruiz-Allais sugiere como crucial comparar su velocidad de crecimiento con la de los corales nativos de Venezuela. Mientras que estos últimos, en condiciones óptimas, crecen aproximadamente de uno a cinco centímetros al año, el unomia muestra una tasa exponencial de crecimiento de hasta un metro cuadrado cada tres meses.
El biólogo sostiene que, a pesar de la ausencia de estudios de campo recientes debido a la falta de financiamiento, los datos sugieren que el crecimiento del coral unomia podría haberse duplicado e incluso triplicado desde 2018. Aunque no se han realizado mediciones directas en el terreno, Ruiz-Allais hace esta afirmación sobre la base de las observaciones y análisis previos en la materia.
Falta de financiamiento dificulta las labores de protección de los arrecifes coralinos
La falta de financiamiento y de recursos de los proyectos de conservación ambiental provoca un vacío de información sobre el estado de los arrecifes de coral en Venezuela.
“No podemos atender la situación si ni siquiera sabemos hasta dónde llega o cómo se ha expandido el problema. Seguimos luchando para que las personas entiendan la importancia de un arrecife de coral en nuestro planeta. Es algo que nos afecta a todos porque actualmente hay poblaciones de pescadores que no pueden producir lo suficiente porque los arrecifes se están muriendo. Cuando el organismo muere, las especies que allí vivían se ven obligadas a desplazarse, lo que dificulta la pesca”, explicó el biólogo marino.
La escasez de recursos para investigar los avances de la colonización de unomia pone a los biólogos y especialistas en una situación difícil, explicó Ruiz-Allais.
Comentó que sin los datos necesarios, es difícil desarrollar planes de acción efectivos para abordar este problema que afecta a los ecosistemas marinos, por lo que enfatizó la necesidad de una respuesta masiva y coordinada con las autoridades ambientales para enfrentar esta amenaza de manera eficiente.
En este contexto, Ruiz, quien descubrió la presencia del coral unomia en el año 2007, comenta que ha sido contactado por investigadores de Cuba y Puerto Rico para ofrecer orientación sobre un plan de acción y prevención que proteja los ecosistemas marinos de la colonización de unomia, como ocurre en Venezuela.
¿Qué se puede hacer para colaborar con la protección de los arrecifes de coral en Venezuela?
El experto propone como punto de partida promover educación ambiental, ya que considera que es vital para el resguardo y conservación no solo de los arrecifes, sino del medio ambiente en general.
Por ese motivo, Juan Pedro Ruiz-Allais resaltó que existen diferentes proyectos enfocados en abordar la protección medioambiental en el país. Algunas organizaciones son Proyecto Unomia, Arrecifes de Venezuela, Fundación Caribe Sur, además de iniciativas más conservadoras de buzos que organizan jornadas de limpieza subacuáticas en algunas costas del territorio nacional.
El experto destacó la importancia de llevar la información a cada rincón de la sociedad con el objetivo de concientizar sobre el daño que se está produciendo con la muerte de los arrecifes. Recordó que es necesario reclamar políticas a favor de su protección debido a que estos ecosistemas son indispensables para el mar Caribe.
A juicio del biólogo, queda de parte de la población acatar los llamados de atención y promover el mensaje de conservación para intentar salvar el resto de los ecosistemas que sobreviven ante las amenazas.
Con información de El Diario