Así puedes controlar tus hormonas de forma natural

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Foto: Archivo

Las hormonas son los mensajeros químicos en los que el organismo deposita numerosas funciones. Se mueven, nadan, en el torrente sanguíneo hacia órganos y tejidos. Y poseen el poder de dejar su huella en la salud mental, la física y la emocional. Es más, desempeñan un papel importante en el control del apetito, el peso y el estado de ánimo.

Una dieta nutritiva y otros hábitos de estilo de vida saludables pueden ayudar a mejorar tu salud hormonal y permitirte no solo sentirte mejor, sino rendir mucho más.

Dale a las proteínas

Su ingesta es extremadamente importante. Las proteínas no solo proporcionan aminoácidos esenciales que el organismo no puede producir por sí solo, sino que él también las necesita para producir hormonas derivadas de proteínas, también conocidas como hormonas peptídicas, tal y como documenta un estudio de Nutrients.

Haz ejercicio

La actividad física influye de forma decisiva, y directa, en la salud hormonal. Además de mejorar el flujo sanguíneo a los músculos, aumenta la sensibilidad de los receptores hormonales, lo que significa que mejora la entrega de nutrientes y señales hormonales, como refleja una investigación del American Journal of Clinical Nutrition. Uno de sus beneficios importantes es su capacidad para reducir los niveles de insulina y aumentar la sensibilidad a la misma.

Se trata de la hormona que permite que las células absorban el azúcar del torrente sanguíneo para usarla como energía. Sin embargo, cuando se padece el trastorno conocido como resistencia a la insulina, es posible que las células no reaccionen de manera efectiva, lo que eleva el riesgo de diabetes, la obesidad y las enfermedades del corazón.

Duerme bien

No importa cuán nutritiva sea tu dieta o cuán constante sea tu rutina de ejercicios, dormir lo suficiente es crucial para una salud óptima. Descansar mal está relacionado con desequilibrios en muchas hormonas, como la insulina, el cortisol, la leptina, la grelina y la HGH (la hormona del crecimiento). Por ejemplo, la falta de sueño no solo afecta la sensibilidad a la insulina, sino que el sueño deficiente se asocia con un aumento de 24 horas en los niveles de cortisol, lo que puede provocar resistencia a la insulina. De hecho, un pequeño estudio recogido en The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, llevado a cabo en 14 adultos sanos, encontró que 5 noches de restricción del sueño redujeron la sensibilidad a la insulina en un 25 %.

Con información de Alimente