Aumentan cuadros de estrés y ansiedad provocados por contaminación sónica en Venezuela

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Foto: Archivo

Las molestias provocadas por el exceso de ruido en comunidades del estado Táchira se ha vuelto el mal común en la convivencia. Expertos de la salud aseguran que la contaminación sónica genera cuadros de estrés y ansiedad en la población.

Poner música a alto volumen, bien sea en viviendas o vehículos estacionados en las calles, en horas de la madrugada, afecta el descanso de los vecinos. También locales comerciales ponen cornetas con alto volumen, y olvidan las medidas de insonorización. Convierten la estadía en estos lugares en algo insoportable.

El psicólogo Alfonso Amaya explica que el sonido que supera los 55 decibeles podría generar estrés o ansiedad, especialmente en adultos mayores. Escuchar ruido o música a todo volumen provoca agotamiento físico, mental y emocional.

“Esto podría desencadenar episodios de ansiedad y depresión, que dañarían la salud física de personas que estén sometidos a este tipo de situaciones”, dijo.

En la entidad, así como en muchas regiones del país, la contaminación sónica gana cada vez más terreno. Pocas son las acciones de las autoridades para evitar este tipo de alteraciones de orden público.

Autoridades anunciaron la “Operación tun tun” para frenar la contaminación sónica. Foto: Maryerlin Villanueva

Esto terminaría en episodios de agresividad en la comunidad, aseguró el especialista, que pueden provocar riñas o hasta la muerte entre los involucrados. A niños y adolescentes que se exponen a estos niveles, les puede generar problemas de conducta y aprendizaje.

Salud sónica

El psicólogo destacó que la salud sónica y una “política de calidad acústica” son derechos humanos. La violencia auditiva acarrea daños físicos y psicológicos en la población. Es por ello que en Venezuela existen ordenanzas que establecen sanciones para quienes provoquen ruidos molestos.

En San Cristóbal se encuentra vigente la ordenanza contra ruidos molestos, desde el 5 de agosto de 2002. En artículos se lee que aquellos ciudadanos que generen sonidos que superen los 70 decibeles serán sancionados con hasta 20 unidades tributarias, incluido la retención del vehículo, si fuera el caso.

A pesar de que existen normativas para regular el ruido, el psicólogo aseguró que no se cumplen.

A su juicio, falta educación ambiental, control y fiscalización por los organismos de seguridad, así como alternativas para reducir el ruido provocado por el transporte y construcción.

Operación tun tun

En el año 2023 autoridades de la Policía Nacional Bolivariana anunciaron la Operación tun tun en la región, con el fin de contrarrestar los ruidos molestos. Una citación ante los cuerpos policiales, multas y detenciones fueron parte de las medidas acordadas.

El plan consistió en tocar las puertas de las viviendas de aquellos ciudadanos que alteraron la tranquilidad de la colectividad con fiestas fuera de horarios, sonidos y con cualquier otra molestia que perturbara la sana convivencia ciudadana.

Estas acciones dejaron como resultado más de media docena de vehículos retenidos y decenas de citaciones. A la fecha, la Policía Municipal de San Cristóbal ha servido como un ente mediador entre los afectados.

Una fuente de esta institución indicó que a lo largo de este año se han establecido más de 10 mesas de conciliación entre las partes para llegar a un acuerdo que le ponga fin al problema.

Daños a la salud

El médico internista Frank Serrano advirtió que la existencia del ruido puede provocar problemas graves de salud, entre ellos sordera o hipoacusia.

Puede generar alteraciones del sueño, como insomnio o pesadillas, y somnolencia diurna. También estrés, ansiedad, agresividad, irritabilidad y aislamiento social, problemas cardiovasculares, digestivos y respiratorios.

El especialista destacó que es importante que las autoridades se aboquen a controlar este tipo de violencia auditiva, ya que no es solo una molestia, sino una amenaza real para la seguridad de las personas.

Con información de Crónica Uno