Los mamíferos que habitan en los océanos solo pueden obtener oxígeno al respirar en la superficie, a diferencia de los peces. Las ballenas que se sumergen a varios metros de profundidad pasan un periodo prolongado sin oxígeno, pero entre todas una es la reina absoluta del buceo de profundidad: la ballena picuda de Cuvier.
El zifio de Cuvier (Ziphius cavirostris) es un cetáceo robusto que llega a medir hasta de 7 metros de largo y su peso varía entre 3 y 5 toneladas. Habita aguas templadas y tropicales en todo el mundo. En un estudio publicado en Plos One, estos animales mostraron profundas capacidades de buceo, que supera con creces los registros anteriores.
El buceo de la ballena picuda de Cuvier
Los científicos demostraron que la ballena picuda de Cuvier es el mamífero que bucea a mayor profundidad en las aguas del planeta. El estudio utilizó etiquetas vinculadas a satélites para registrar el comportamiento de buceo y las ubicaciones de ocho de ellas en la costa sur de California.
«La inmersión más profunda de 2.992 m superó la profundidad máxima anterior de esta especie en 1.104 m, y la inmersión más larga duró 137.5 minutos, un aumento del 45 % con respecto a la duración máxima anterior de la inmersión», menciona la publicación de PLOS ONE.
Los números obtenidos representan un nuevo récord de buceo de mamíferos. También supera el registro que se tenía de los elefantes marinos del sur, que alcanzaron 2.388 m de profundidad y 120 minutos de inmersión.
Los científicos creen que estas ballenas bucean a gran profundidad en busca de comida, pero aún saben con certeza qué comen. Se sugiere que se trata principalmente de calamares.
El zifio de Cuvier debe mantener abiertos los pulmones a una profundidad con alta presión. Estos órganos funcionan como bolsas de aire que podrían colapsar bajo una presión intensa; sin embargo, se ha estudiado la capacidad que tienen para aplanar sus pulmones y reducir la cantidad de espacio de aire.
El artículo también señala características que permitirían a la ballena picuda sumergirse a esa profundidad. Una de ellas serían sus altas concentraciones de las proteínas mioglobina y hemoglobina en la sangre, que le permite almacenar oxígeno. Otra es el metabolismo lento para no consumir todo su oxígeno, esto le ayuda a conservar energía.
También es probable que necesiten una forma de amortiguar rápidamente el ácido láctico que producen sus músculos mientras nadan, aunque esto aún no está claro, señala Live Science.
Con información de NatGeo