El Gobierno de Bolivia reportó este miércoles que están activos 2.882 focos de calor que corresponden a las quemas agrícolas o ‘chaqueos’ y alertó que un mal manejo de esos fuegos podría desencadenar en incendios forestales «incontrolables».
El viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, señaló que los focos de calor se concentran principalmente en los departamentos de Santa Cruz (2.085), Beni (693), La Paz (27), Cochabamba (20) y Pando (33), mientras que en otras regiones la cantidad es menor.
Calvimontes dijo que esto se debe a que «ha iniciado el periodo de chaqueos», que son los incendios controlados en las zonas rurales a fin de habilitar los terrenos para las actividades ganaderas o agrícolas y que comienzan a medio año.
En Santa Cruz, la mayor región y motor económico de Bolivia, las quemas se hacen «para habilitar las tierras para la agricultura y la ganadería» mientras que en Beni se quema para «renovar los pastos ganaderos», detalló.
Calvimontes explicó que el mes pasado se reportaron 25.555 focos de calor que es un número «sumamente alto» en comparación a los 4.124 del año pasado y los 12.138 de 2022.
El viceministro pidió a los agricultores «un manejo adecuado del fuego» ya que después de la sequía del año pasado la vegetación se convirtió en un «polvorín» ya que un mal manejo de las quemas pueden generar incendios «incontrolables».
Asimismo, Calvimontes informó que en la víspera ingresó a Bolivia un incendio forestal que se originó en la región brasileña de Mato Grosso y que afectó en el lado boliviano al parque nacional Otuquis «en pequeña magnitud».
Al menos unos 72 bomberos forestales están trabajando en la zona desde el pasado domingo para evitar que el fuego alcance la parte boscosa que por ahora se mantiene a salvo, dijo.
El humo y la contaminación del aire hizo que las autoridades de las poblaciones bolivianas fronterizas de Puerto Quijarro y Puerto Suárez suspendan por dos días las actividades escolares presenciales.
A finales de mayo, el Gobierno presentó un plan de acción contra los incendios forestales que incluye un Sistema de Monitoreo de Bosques (SIMB) para controlar e identificar posibles zonas vulnerables.
Entre julio y noviembre de 2023, más de 3,3 millones de hectáreas de zonas boscosas, matorrales y pasturas secas se quemaron en al menos 160 incendios forestales registrados en el país.
También durante algunas semanas el humo de los incendios afectó a las principales de ciudades de Bolivia como Santa Cruz, La Paz y Cochabamba, por lo que se aplicaron algunas medidas de protección contra la contaminación.
El año con mayores afectaciones fue 2019, con 5.305.512 hectáreas quemadas, mientras que en 2022 la superficie dañada fue de 4.466.540 hectáreas.
Indígenas, ambientalistas y políticos opositores han pedido varias veces que el Gobierno de Luis Arce anule las normas que desde hace algunos años autorizan los ‘chaqueos’.
Con información de EFE