Brasil reduce un 70 % su superficie quemada, pero la Amazonía sigue siendo la más afectada

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Los incendios forestales en Brasil destruyeron en el primer trimestre del año 912.900 hectáreas de vegetación, un 70 % menos que el área devastada en el mismo período de 2024, pero la Amazonía sigue siendo la región más afectada, según un estudio divulgado por la red Mapbiomas.

Del área total destruida en el país suramericano, el 84 % ocurrió en la selva tropical más extensa del planeta.

La selva amazónica, sin embargo, siguió la tendencia observada en el país y también registró una reducción del 71 % de la superficie quemada en el período, que llegó a 771.000 hectáreas entre enero y marzo.

Y es que los incendios en la Amazonía brasileña disminuyeron un 69,5 % en el período, con un total de 2.390 focos en llamas, según las imágenes satelitales captadas por el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE, por sus siglas en portugués).

Pese a la buena noticia, la próxima temporada de sequía en 2025 “probablemente seguirá siendo intensa, lo que podría revertir esta reducción”, advirtió la coordinadora de Mapbiomas Fogo, Ane Alencar.

El estudio también apuntó que los incendios en la Amazonía brasileña fueron impulsados por los ocurridos en el estado de Roraima, fronterizo con Venezuela y Guyana, por presentar un patrón climático diferente.

“Mientras que la mayor parte del territorio nacional experimenta la temporada de lluvias en este trimestre, Roraima vive su temporada seca a principios de año, lo que hace que el estado sea particularmente vulnerable a incendios durante este período”, explicó el investigador de Mapbiomas Fuego, Felipe Martenexen.

Entre los principales biomas brasileños, el Pantanal también registró una reducción significativa del área quemada (-85 %), pero en el Cerrado (sabana), el segundo en extensión después de la Amazonía, la superficie devastada por los incendios aumentó un 12 %, de acuerdo con el análisis.

Mapbiomas señala que, de toda la superficie quemada en Brasil, el 78 % fue vegetación nativa, principalmente formaciones campestres (con presencia de gramíneas, arbustos bajos y árboles dispersos), que totalizaron el 43 % de la superficie destruida en el país.

Entre las áreas utilizadas para la explotación agrícola y ganadera, los más afectados fueron los pastizales, con 137.000 hectáreas incineradas entre enero y marzo.

Vía: EFE