El cáncer de próstata es el más frecuente y prevalente en los hombres, con unas cifras de incidencia muy similares a las del cáncer de mama, «siendo la edad el principal factor de riesgo a padecerlo», según ha asegurado la presidenta del Grupo Español de Oncología Genitourinaria (SOGUG), Aránzazu González.
De hecho, más del 80 por ciento de los casos de cáncer de próstata se diagnostican en hombres mayores de 65 años y más del 90 por ciento en fase localizada. Por ello, los expertos recomiendan acudir al urólogo a partir de los 50 años para revisar la próstata, edad que se reduce a los 40 años para aquellos hombres con antecedentes familiares de primer grado que hayan tenido la enfermedad, ya que tienen hasta el doble de riesgo de padecerla.
Cada año alrededor de 6.000 hombres fallecen en España por cáncer de próstata, la enfermedad oncológica más frecuente entre los varones y de la que anualmente se detectan unos 30.000 nuevos casos, tal y como explica la presidenta del SOGUG, con motivo del Día Mundial de esta enfermedad, que se celebra el 11 de junio.
Además, las últimas cifras aportadas por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en su informe ‘Las cifras del cáncer en España 2023’, señalan que sólo este año se van a diagnosticar en España más de 29.000 nuevos casos.
En este sentido, el cáncer de próstata no tiene unos síntomas específicos que puedan diferenciarse de otra patología prostática benigna, los más comunes son aumento en la frecuencia de la micción, dificultad o urgencia para orinar, incontinencia urinaria, sangre en la orina o en el semen, eyaculación retrógrada e impotencia.
Sin embargo, y pese a ello, existe un número importante de tumores de próstata que son diagnosticados de forma asintomática tras realizar una determinación analítica del PSA. «Por ello, es tan importante que los hombres acudan al urólogo para valorar el estado de la próstata y, así, adaptar el seguimiento médico según el riesgo que tengan individualmente», ha recalcado la presidenta de SOGUG.
Tratamientos
Respecto al tratamiento, la doctora González ha informado que en los casos de cáncer de próstata localizado se puede realizar una cirugía radical abierta o bien por laparoscopia (asistida o no por robot), la alternativa es la radioterapia con o sin tratamiento hormonal; en los casos más avanzados o metastásicos se suele requerir una terapia hormonal sistémica basada en la supresión de andrógenos sola o en combinación con otras opciones.
«Gracias a los avances terapéuticos de la última década, se ha logrado aumentar notablemente la supervivencia de los pacientes con cáncer de próstata avanzado o metastásico. No obstante, es necesario que el paciente sea manejado siempre en el seno de un comité multidisciplinar con el fin de que pueda optar a la mejor terapia en cada momento de su evolución», ha asegurado la experta.
El tratamiento hormonal de supresión androgénica al que deben exponerse algunos pacientes durante un largo periodo de tiempo impacta negativamente en la calidad de vida si no va acompañado de un soporte adecuado de los efectos secundarios que provoca y que son bien conocidos, en este sentido, este año SOGUG ha impulsado un proyecto para valorar el impacto que tiene la dieta y el ejercicio físico en la prevención de la osteoporosis y en los problemas metabólicos asociados al mismo.
Con información de Infosalus