Las autoridades de Filipinas afirmaron este martes que han evacuado ya a 9.403 residentes en zonas en riesgo por la erupción del volcán Kanlaon, de un total de 87.000 afectadas, mientras aceleran el reparto de ayuda.
«Estamos preparados. Sabemos qué hacer y ya hemos comenzado a enviar paquetes con comida y todas las cosas que necesitamos traer a aquellos que están en centros de evacuación», afirmó el presidente del país asiático, Ferdinand Marcos Jr., en un comunicado.
La Oficina de Defensa Civil de Filipinas precisó que 9.403 residentes de zonas cercanas al volcán, situado en la céntrica isla de Negros, han sido ya trasladados a refugios. La mayor parte de ellos proceden de La Castellana, un municipio situado al suroeste del volcán, tras una incesante noche de evacuaciones por medio de camiones y otros vehículos.
En este municipio, precisó la agencia gubernamental, «la mayoría de las familias dentro del perímetro de seis kilómetros de la zona de peligro permanente han sido evacuadas, y algunas familias están siendo evacuadas también de la zona de siete kilómetros».
Sin embargo, Defensa Civil precisó que se necesita enviar comida para alimentar a unas 34.000 personas, así como miles de tiendas de campaña y camas.
El Kanlaon entró en erupción en la tarde del pasado lunes, vomitando una «voluminosa nube» de cenizas que se elevó rápidamente a 3.000 metros por encima de la chimenea, esparciendo residuos en numerosas ciudades colindantes y expulsando flujos piroclásticos, peligrosas mezclas de gas y material volcánico que se mueven a nivel del suelo.
El Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología (Phivolcs) llamó a las autoridades locales a evacuar en un radio de seis kilómetros desde la cima del volcán, al detectar que la erupción magmática de ayer podría dar lugar a nuevas explosiones en el volcán.
La agencia elevó además la alerta al número 3 en el volcán, de un total de 5, lo que implica que el magma está cerca o en la superficie, y la actividad podría provocar una erupción peligrosa en semanas.
La erupción de ayer provocó que las autoridades suspendiesen las clases en la región hasta nuevo aviso, así como la cancelación de varios vuelos internacionales procedentes del aeropuerto filipino de Iloilo.
La erupción del pasado lunes tuvo lugar en un contexto de creciente actividad en los últimos meses del Kanlaon, que el pasado septiembre obligó a las autoridades filipinas a evacuar a unas trescientas personas asentadas en la ladera tras una erupción explosiva en junio en el volcán.
La diferencia, afirmó este martes en una entrevista a la cadena filipina GMA el director de Phivolcs, Teresito Bacolcol, es que «esta vez hay magma involucrado, a diferencia de las anteriores actividades del Kanlaon que solo comprendían vapor y cenizas».
El volcán ha registrado 15 erupciones en la última década. En 1996, tres escaladores perdieron la vida a raíz de la expulsión de ceniza del volcán. Filipinas se asienta sobre el llamado ‘Anillo de Fuego del Pacífico’, por lo que es escenario de una zona de gran actividad sísmica y volcánica.
EFE