Al menos 249 militantes insurgentes y 62 soldados han muerto durante las operaciones militares en Pakistán en lo que va de año, en medio de una escalada de la actividad armada en el país, informó este martes el Ejército paquistaní.
El Ejército ha llevado a cabo 13.135 operaciones contra la militancia insurgente en la que «249 terroristas fueron enviados al infierno (abatidos), mientras que 396 fueron detenidos», declaró el director general del ala de prensa del Ejército, mayor general Ahmed Sharif en una rueda de prensa.
Además, dos oficiales y 60 soldados han muerto, dijo.
Según Sharif, las fuerzas del seguridad, las agencias de inteligencia y otros organismos llevan a cabo más de 100 operaciones diarias contra militantes insurgente.
Asimismo reiteró las acusaciones de Islamabad tras un atentado suicida cometido el pasado marzo contra ingenieros chinos que, según Sharif, fue planeado en Afganistán.
«Los terroristas y sus facilitadores también estaban controlados desde Afganistán y el terrorista suicida también era afgano», insitió.
Un atacante suicida estrelló su vehículo, cargado de explosivos, contra la furgoneta que transportaba a los ingenieros chinos en la zona de Bisham, en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa.
El portavoz del Ejército recordó que Pakistán había ayudado a Afganistán al acoger a millones de refugiados afganos durante décadas.
Más de cuatro millones de afganos emigraron a Pakistán en la década de 1980, cuando la Unión Soviética atacó al país actualmente dominado por los talibanes.
Pakistán inició la repatriación de extranjeros indocumentados, en su mayoría afganos, en noviembre del año pasado.
«Hasta ahora, 563.639 ciudadanos afganos ilegales han sido devueltos a su país, pero cientos de miles siguen viviendo en Pakistán», declaró el director general de ISPR.
Con información de EFE
