China subrayó este lunes la importancia de que “el futuro y el destino de Siria sean decididos por el pueblo sirio” tras la caída del régimen de Bachar al Asad, derrocado este domingo por las fuerzas de la oposición.
La portavoz del Ministerio de Exteriores Mao Ning destacó hoy durante una rueda de prensa que las partes involucradas deben encontrar un “solución política” que permita restablecer la “estabilidad y el orden” en el país tras más de una década de conflicto.
En sus declaraciones, Mao enfatizó que “la soberanía e integridad territorial de Siria deben ser respetadas” y reafirmó que Pekín sigue de cerca los acontecimientos en el país, en referencia a los recientes movimientos israelíes.
En este contexto, el Ejército israelí confirmó que sus tropas están desplegadas en el lado sirio del Monte Hermón, en los Altos del Golán, donde ha establecido puntos defensivos y una zona de amortiguamiento para garantizar la seguridad de los residentes israelíes ante el avance de las fuerzas rebeldes sirias.
Además, medios sirios y grupos de activistas han denunciado desde ayer que la aviación israelí ha bombardeado objetivos militares en Damasco, incluyendo aeropuertos militares y almacenes de armas, aunque estas acciones no han sido confirmadas oficialmente.
China, que también aseguró este domingo que “sigue de cerca” la situación en Siria, expresó su deseo de que la estabilidad “vuelva cuanto antes” al país.
Asimismo, el Ministerio de Exteriores aseguró que continuará monitoreando los acontecimientos y manteniendo contacto con los ciudadanos chinos en Siria, a quienes ha recomendado tomar medidas para garantizar su seguridad.
Pekín ha sido en los últimos años, junto a Rusia, uno de los últimos grandes aliados del régimen de Bachar al Asad, con quien el presidente chino, Xi Jinping, anunció en septiembre de 2023 el establecimiento de una «asociación estratégica» entre China y Siria que «marcará un hito» en sus relaciones.
Los dos mandatarios ilustraron la cercanía bilateral durante una visita oficial al gigante asiático del entonces líder sirio, a quien Xi aseguró entonces que su país está «dispuesto a seguir colaborando con Siria» ante «una situación internacional plagada de inestabilidad e incertidumbre».
El viaje de Al Asad a China fue el primero a este país desde el estallido de la guerra civil siria en 2011, aunque antes del conflicto sí había visitado esta nación, que en los últimos años ha tratado de aumentar su influencia en Oriente Medio con éxitos como la mediación en el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Irán y Arabia Saudí.
EFE