CICPC promueve habilidades para la vida como estrategia de prevención integral

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Foto: Archivo

La policía científica enfoca su plan de prevención integral en brindar habilidades para la vida a fin de contrarrestar los factores de riesgo que generen algún tipo de conducta suicida en niñas, niños, jóvenes y adultos mayores, explicó  la secretaria general del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), C/G Mercy Bracho durante el programa «Hablemos de Prevención CICPC», transmitido por Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz (Mpprijp) Radio Multimedia.

“Este tema era un tabú. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) maneja sus cifras y en función de esta situación, el CICPC pone su granito de arena para ejecutar este programa integral en Venezuela con el propósito de lograr mayores intervenciones en escuelas, colegios, universidades y comunidades para disminuir la ocurrencia de estos hechos. Anualmente, se suicidan más de 700 mil personas en el mundo, lo que indica que cada 40 segundos se pierde la vida de un ser humano por este fenómeno social”, indicó.

Por otra parte, señaló que el CICPC es responsable de la integridad física de los venezolanos por lo que “seguimos cumpliendo instrucciones de las máximas autoridades del Estado, bajo las políticas públicas en materia de seguridad, quienes nos indicaron que debíamos elaborar un plan de abordaje de estas conductas en relación con los casos surgidos entre adolescentes a raíz de la pandemia de COVID-19 en 2020”.

Durante el programa radial, estuvo como invitada especial la Dra. Dhayana Silva, psicóloga clínica y psicoterapeuta, quien abordó el tema de la prevención del suicidio. Indicó que el acoso escolar es una señal de alarma para intervenir, pues puede llevar a esta acción. Acotó que todo comportamiento lleva un mensaje; el suicidio transmite un mensaje implícito, y muchas veces la persona no desea morir, sino que necesita ayuda.

Silva subrayó que existe una estadística que indica que los intentos pueden ser repetidos. Sin embargo, hay dos grupos estadísticos: uno que intenta una sola vez, lo que es suficiente para generar una reestructuración de su vida. “El suicidio no es un acto impulsivo; esto se planifica y se estructura. Por ende, la persona va dejando señales muy claras que se pueden atender”.

También apeló a la ética individual debido a que “la función que cumple el servidor público es entender la responsabilidad que tenemos como agentes multiplicadores del mensaje. Además, los docentes tienen la responsabilidad de identificar las señales, ya que ‘la palabra del docente salva vidas’”.

Por otra parte, Bracho destacó que el punto de partida de esta problemática social y de salud pública radica en entender la diversidad de la conducta de un individuo para identificar los factores de riesgo y de protección. De esta manera, se puede abordar la complejidad y contrarrestar este tipo de acciones que conducen a la muerte.

Finalmente, expresó que «los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) están deliberando una campaña en todo el territorio nacional que contribuya a la atención y revisión de los planes actuales o futuros para la realización de su vida, a través de actividades culturales o deportivas».

Con información de VTV