Es un hábito cada vez más arraigado: desenchufar los electrodomésticos de gran tamaño cuando se está fuera del hogar por períodos prolongados, como durante las vacaciones. Y con razón. Esta práctica no solo se traduce en un ahorro energético significativo, sino que se refleja directamente en el importe de la factura eléctrica.
Sin embargo, la eficiencia y la seguridad del hogar pueden ir un paso más allá. Y no solo cuando uno debe marcharse, sino en el día a día.
Existe un fenómeno conocido como «consumo fantasma» o «consumo vampiro»: muchos electrodomésticos, incluso cuando están apagados, continúan extrayendo una pequeña cantidad de energía de la red eléctrica.
Este drenaje constante, aunque parezca insignificante de forma individual, suma una cantidad considerable a lo largo del año. Desenchufar estos aparatos después de cada uso es la estrategia más eficaz para eliminar por completo este consumo innecesario.
Muchos electrodomésticos, incluso cuando están apagados, continúan extrayendo una pequeña cantidad de energía de la red eléctrica. Las impresoras, son uno de ellos.
Más allá del ahorro, seguridad
La ventaja de desconectar los electrodomésticos va más allá del beneficio económico. Es una medida preventiva fundamental para la seguridad del hogar.
Al desenchufarlos, se reduce drásticamente el riesgo de sobrecalentamientos o cortocircuitos. Eventos que, aunque poco comunes, pueden tener consecuencias devastadoras, incluyendo potenciales incendios.
Este simple gesto, según señalan portales internacionales especializados, se convierte en una barrera protectora adicional contra imprevistos eléctricos.
Estos son los cinco electrodomésticos de «consumo fantasma»
1. Cafetera
Aunque parezca que está apagada, muchas cafeteras tienen un pequeño piloto o un sistema de calentamiento residual que sigue consumiendo energía, lo que se conoce como stand-by. Desenchufarla evita este gasto innecesario y también previene el riesgo de un cortocircuito o sobrecalentamiento, especialmente si se va a estar fuera de casa.
2. Tostadora
Similar a la cafetera, las tostadoras suelen tener un transformador o circuitos que pueden seguir consumiendo una mínima cantidad de energía en modo de espera. Además, el riesgo de que queden migas dentro que puedan incendiarse en caso de un fallo eléctrico es bajo, pero existente. Desenchufarla elimina cualquier riesgo y el consumo fantasma.
Es uno de los electrodomésticos que «más jala» corriente. Desenchufarla elimina cualquier riesgo y el consumo fantasma.
3. Cargadores de dispositivos electrónicos (móviles, tabletas, etc.)
Mucha gente deja los cargadores enchufados a la pared incluso cuando no están cargando ningún dispositivo. Estos cargadores siguen consumiendo una pequeña cantidad de electricidad (consumo fantasma) y también generan un calor residual. Desenchufarlos prolonga su vida útil, reduce el consumo de energía y evita el riesgo de sobrecalentamiento.
4. Impresora
Las impresoras, sobre todo las multifunción (con escáner y copiadora), suelen permanecer en un modo de espera con un consumo energético constante para poder responder rápidamente a una orden de impresión. Mantienen la pantalla encendida o luces indicadoras. Desenchufarlas después de usarlas evita este consumo silencioso y también ayuda a proteger sus circuitos de subidas de tensión inesperadas.
5. Microondas
Los microondas, al igual que otros electrodomésticos con pantalla digital, consumen energía para mantener el reloj y la memoria de funciones. Desenchufarlos después de cada uso elimina este consumo fantasma. Además, si hay una tormenta eléctrica, desconectarlo puede protegerlo de posibles daños por subidas de tensión.
Con información de El Nacional