Colegio de Profesores: Bachilleres no tienen las competencias básicas para ir a la universidad

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Foto: Archivo

El profesor Luis Eduardo Arroyo Cortés, presidente del Colegio de Profesores de Venezuela seccional Lara, ofreció un balance informativo sobre la culminación del año escolar 2023-2024, destacando los serios desafíos que enfrenta la educación pública en el estado, resaltando que los bachilleres no tienen las competencias básicas para ir a la universidad.

Arroyo señaló que este año escolar ha sido «quizás de mayor atraso académico» desde la pandemia, debido a la falta de firma de la nueva contratación colectiva, la precaria situación salarial de los docentes, la deficiencia del programa educativo y el mal estado de la infraestructura escolar.

Educación pública en jaque

El profesor Arroyo hizo énfasis en la necesidad de un currículo actualizado, despolitizado tal como lo establece la Constitución Nacional. «No podemos hablar de educación de calidad si el pensum está desfasado y permeado por ideologías partidistas», recalcó.

Las deficiencias en la educación pública se reflejan en las precarias competencias de los estudiantes que egresan del sistema. «Muchos bachilleres no dominan áreas fundamentales como matemáticas, física, química y biología, lo que les dificulta el ingreso a la universidad y su desarrollo profesional», lamentó Arroyo.

Inversión en infraestructura

El Colegio de Profesores de Venezuela seccional Lara hace un llamado urgente al Gobierno Nacional para que tome medidas contundentes para revertir la grave crisis que enfrenta la educación pública en el estado Lara y en todo el país.

«Es necesario una inversión significativa en infraestructura, actualización curricular, mejoras salariales y dignificación de la profesión docente», enfatizó Arroyo. «La educación es el pilar fundamental del desarrollo de una nación, y no podemos permitir que siga deteriorándose de esta manera.»

Un salario precario que afecta la calidad educativa

El presidente del Colegio de Profesores denunció que el salario promedio de un docente en Lara es de apenas 300 bolívares quincenales (600 bolívares mensuales), sin incluir bonos. Esta situación, sumada a la eliminación de primas y beneficios como el HCM, ha generado un profundo desánimo entre los educadores, impactando directamente en la calidad de la enseñanza.

Infraestructura escolar en ruinas: Un obstáculo para el aprendizaje

A la crisis salarial se suma el deplorable estado de las escuelas públicas en Lara. Arroyo describe instituciones «en el piso y en el suelo», con carencias de agua, electricidad, impermeabilización, dotación y alimentación para los estudiantes. Esta situación dificulta enormemente el desarrollo de las actividades educativas y pone en riesgo la salud y el bienestar de la comunidad escolar.

Con información de El Impulso