El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, solicitó este miércoles el traslado de más de 2.500 reclusos que se encuentran en las comisarías de la capital argentina, lo que sobrepasa la capacidad de estos recintos.
Macri sostuvo que esta cantidad supone un importante gasto anual para la ciudad, que ronda los 100 mil dólares, además de no permitir el correcto despliegue de los cuerpos de seguridad local.
Asimismo, Macri detalló que de los 2.500 privados de libertad, 428 están condenados y 288 posee sentencia firme, incluyendo dos con cadena perpetua.
«Las comisarías no son cárceles. Los policías no son guardia cárceles y deben estar en las calles protegiendo a los porteños«, señaló el alcalde.
Las declaraciones del mandatario se dan luego de que hace días se anunciara el cambio del ministro de Seguridad, Waldo Wolff, quien fue reemplazado por el exjefe de la Policía de la ciudad, Horacio Giménez, junto a otros cambios en su gabinete.
Con información de Unión Radio
