¿Cómo comienzan los síntomas de la diabetes?

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Foto: Archivo

Los síntomas iniciales de la diabetes pueden tener alguna variación sutil dependiendo del tipo (tipo 1 o tipo 2) y de la condición de salud de cada persona.

Sin embargo, en términos generales, hay diez síntomas o signos clave que son recurrentes en ambas variantes de la diabetes.

Lo que no es semejante en la diabetes tipo 1 y tipo 2 son las causas que originan la afección crónica y la forma en que la persona diabética empieza a experimentar las primeras señales de esta enfermedad.

Por lo tanto, si hablamos de la sintomatología de la diabetes, no es posible dejar de mencionar las causas de cada variante y cómo comienzan los síntomas. ¿Quieres saber más? A continuación, todos los detalles.

Tipos de diabetes según sus causas

El páncreas es el órgano encargado de producir insulina, una hormona cuya función principal es controlar los niveles de azúcar en sangre y mantenerlos a raya.

La insulina permite que la glucosa entre en las células, donde se utiliza como fuente de energía o se almacena para usarse luego.

Empero, este proceso puede fallar debido a una producción insuficiente o inexistente de insulina. Aquí es cuando aparece la diabetes.

  • Diabetes tipo 1 (DM1 o diabetes insulinodependiente):

La diabetes tipo 1 se produce cuando la insulina es escasa o nula. Este tipo de afección afecta al 10% de los diabéticos y suele aparecer antes de los 30 años, aunque también puede impactar a niños y adolescentes en menor proporción.

Según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales, la diabetes tipo 1 se produce cuando el sistema inmunológico ataca y destruye las células del páncreas responsables de fabricar insulina.

Este ataque puede ser provocado por factores, como infecciones virales en la infancia o adolescencia, o bien por una predisposición genética.

  • Diabetes tipo 2 (DM2 o diabetes no insulinodependiente):

La diabetes tipo 2 cuando, aún el páncreas manteniendo la  producción de insulina, incluso en niveles elevados, el cuerpo desarrolla una resistencia a su acción. Esto genera una insuficiencia relativa de insulina, lo que provoca los síntomas y complicaciones asociadas a esta condición.

De acuerdo con el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), entre el 90% y el 95% de los pacientes son diabéticos tipo 2, siendo habitual en adultos mayores, aunque también se asocia con factores, como obesidad, vida sedentaria o predisposición genética.

Así comienzan los síntomas de la diabetes

La diabetes tipo 1 avanza con rapidez y no puede prevenirse. En cambio, los síntomas de la diabetes tipo 2 aparecen gradualmente y son leves durante las primeras fases.

En realidad, la diabetes tipo 2 puede tardar hasta 2 años en manifestarse concretamente. Por lo tanto, la única forma que tienes de saber si padeces esta tipo de diabetes precozmente, es realizando un análisis de sangre.

A diferencia de la 1, la diabetes tipo 2 sí puede prevenirse evitando alimentos que favorecen el aumento del azúcar en sangre.

No obstante, los primeros síntomas de la enfermedad pueden incluir:

1. Micción frecuente (poliuria)

Cuando los niveles de azúcar en sangre son elevados, los riñones trabajan para eliminar el exceso a través del filtrado de la sangre. Esto provoca un aumento en la necesidad de orinar, especialmente durante la noche.

2. Sed excesivo (polidipsia)

La micción frecuente hace que el cuerpo pierda más agua de lo habitual, lo que puede provocar deshidratación. Como resultado, la persona siente una necesidad constante de beber más líquidos.

3. Hambre constante (polifagia)

Las personas con diabetes suelen sentir hambre persistente porque su cuerpo no obtiene suficiente energía de los alimentos.

¿Por qué ocurre? En condiciones normales, el sistema digestivo convierte los alimentos en glucosa, que es la fuente de energía del cuerpo. Sin embargo, en las personas con diabetes, la glucosa no se transporta eficientemente a las células y permanece en la sangre. Esto provoca un aumento en el apetito.

4. Cansancio extremo

La falta de energía, causada por la incapacidad de las células para absorber glucosa, genera una sensación de fatiga y debilidad constante.

5. Visión borrosa

Los niveles altos de azúcar en sangre pueden dañar los pequeños vasos sanguíneos de los ojos, provocando visión borrosa, que en algunos casos puede ser temporal.

6. Dificultad para cicatrizar heridas

La diabetes afecta los nervios y los vasos sanguíneos, lo que disminuye la circulación sanguínea. Esto retrasa la curación de heridas y cortes.

7. Hormigueo o entumecimiento

La mala circulación puede causar sensaciones de dolor, hormigueo o entumecimiento en las extremidades, especialmente en manos y pies.

8. Manchas oscuras en la piel

El aumento de azúcar en sangre puede dar lugar a parches oscuros en pliegues, como el cuello, las axilas o la ingle.

9. Picazón e infecciones por hongos

Las infecciones micóticas tienden a desarrollarse en áreas cálidas y húmedas del cuerpo, como la boca, axilas o áreas genitales.

10. Pérdida de peso inexplicable 

Más común en la diabetes tipo 1, esto ocurre porque el cuerpo comienza a quemar grasa y músculo para obtener energía cuando no puede usar la glucosa.

Con información de Mundo Deportivo