Cómo evitar la fatiga visual laboral

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Foto: Archivo

Pasar largas horas frente a la pantalla se ha convertido en una parte inevitable del trabajo de muchas personas. Sin embargo, este esfuerzo constante puede tener efectos negativos en nuestra visión. Si alguna vez has sentido que tus ojos arden, se resecan o te duele la cabeza, seguro sabes de lo que estamos hablando: la fatiga visual laboral.

Pero no te preocupes, tiene solución. Con algunos ajustes sencillos en tu rutina y unos minutos diarios para descansar la vista, puedes evitar que el cansancio ocular se vuelva un problema constante. Te explicamos cómo la fatiga visual afecta a tus ojos y algunos ejercicios prácticos para mantenerlos saludables.

¿Por qué se produce la fatiga visual en el trabajo?

La fatiga visual es un malestar que ocurre cuando los ojos se someten a un esfuerzo excesivo durante un período prolongado. Esto suele suceder cuando estamos mirando fijamente una pantalla o realizando tareas que requieren enfoque constante, como leer, trabajar o ver una película en un dispositivo inteligente.

El esfuerzo repetido y la falta de descanso adecuado en el trabajo pueden hacer que los músculos oculares se tensen, lo que provoca sequedad ocular, dolores de cabeza y visión borrosa. Estos malestares pueden empeorar con el tiempo si no se toman medidas para prevenir los factores que contribuyen a la fatiga visual laboral:

1. Iluminación inadecuada

La iluminación en el entorno de trabajo juega un papel crucial en la prevención de la fatiga visual. Cuando la luz es insuficiente o los reflejos en la pantalla son demasiado fuertes, los ojos deben hacer un esfuerzo adicional para enfocar de forma correcta, lo que puede causar molestias y aumentar el riesgo de cansancio ocular. 

Acorde con un estudio publicado en Lighting Research & Technology, un espacio de trabajo con una iluminación LED adecuada puede ser beneficiosa para reducir la fatiga visual. En comparación con las luces fluorescentes, la tecnología LED produce menos síntomas de ojo seco y una mejor agudeza visual.

2. Postura incorrecta

Una mala postura frente a la pantalla no solo afecta la salud de la columna y los músculos, sino que también puede intensificar la fatiga visual. Cuando no mantenemos una postura ergonómica, tendemos a acercarnos demasiado a la pantalla o a mirar desde ángulos poco adecuados, lo que obliga a nuestros ojos a esforzarse más para enfocar.

Adoptar una buena postura y utilizar el mobiliario de trabajo adecuado, como una silla ergonómica y un escritorio elevable blanco, te permite ajustar la altura de la pantalla al nivel de los ojos y mantener una distancia cómoda. Esto ayuda reducir el esfuerzo visual y mejora el bienestar ocular durante las horas de trabajo.

3. Uso prolongado de pantallas

Ya sea en computadoras, teléfonos o tabletas, el uso prolongado de pantallas inteligentes es uno de los principales factores que contribuyen a la fatiga visual. Pasar muchas horas frente a estos dispositivos sin tomar descansos adecuados obliga a los ojos a mantener un esfuerzo constante, lo que puede generar incomodidad, visión borrosa y dolores de cabeza.

De hecho, los niveles altos de luminancia en la pantalla o en el entorno pueden aumentar la fatiga visual. Esta sobrecarga reduce la capacidad de enfoque, lo que incrementa el malestar ocular.

4. Parpadeo reducido

Cuando estamos frente a una pantalla, tendemos a parpadear menos, lo que reduce la distribución de las lágrimas en los ojos y provoca sequedad ocular. El parpadeo es esencial para mantener los ojos lubricados y protegidos, y su disminución aumenta el riesgo de irritación, enrojecimiento y sensación de arenilla.

¿Cómo prevenir la fatiga visual en el trabajo?

Pasar horas frente a una pantalla puede ser agotador para tus ojos, pero hay medidas simples que puedes tomar para evitar la fatiga visual en el trabajo. Con algunos ajustes en tu espacio de trabajo y hábitos, es posible reducir el esfuerzo ocular y mantener tus ojos más descansados, lo que mejora tu productividad y bienestar.

  • Ajusta la distancia de la pantalla: coloca la pantalla a 50-70 cm de tus ojos y ajusta la altura para que la parte superior de la pantalla quede a la altura de tus ojos.
  • Toma descansos visuales: cada cierto tiempo, aparta la vista de la pantalla y realiza una actividad que no implique mirar un dispositivo, como caminar unos minutos o enfocarte en objetos lejanos.
  • Ilumina bien tu espacio de trabajo: usa luces LED suaves y evita reflejos directos en la pantalla. Además, ajusta la luz ambiental para equilibrarla con el brillo de la pantalla.
  • Usa gafas con filtros: procura optar por gafas con filtro de luz azul o usa filtros adhesivos para proteger tus ojos de la luz artificial.
  • Mantén una postura ergonómica: un escritorio elevable y una buena silla ergonómica te permiten ajustar la altura de la pantalla y mantener una buena higiene postural mientras trabajas.

Con información de Mejor con Salud