El envejecimiento es un proceso biológico natural y progresivo en el que las células, tejidos y órganos del cuerpo experimentan cambios estructurales y funcionales a lo largo del tiempo.
Estos cambios afectan la capacidad del organismo para regenerarse y adaptarse, incrementando la vulnerabilidad a enfermedades y reduciendo la eficiencia de los sistemas corporales.
Y aunque la principal muestra de envejecimiento que tenemos en mente suele ser la aparición de arrugas y la pérdida de elasticidad en la piel lo cierto es que existen muchas otras señales que suelen ser poco conocidas y que pueden pasar desapercibidas.
Las señales poco conocidas que indican que estás envejecimiento
Como mencionamos antes, existen señales menos evidentes que pueden indicar el proceso de envejecimiento, más allá de las arrugas o el cabello canoso y aquí te decimos cuáles son algunas de ellas:
Cambios en la visión nocturna: La capacidad para ver en condiciones de poca luz o conducir de noche puede disminuir debido a cambios en la pupila y la retina.
Reducción del sentido del gusto y el olfato: La percepción de sabores y aromas puede debilitarse con los años, afectando el apetito y la nutrición.
Dolor articular inesperado: Las articulaciones, incluso sin haber sufrido lesiones previas, pueden comenzar a doler o volverse menos flexibles debido al desgaste del cartílago.
Desaceleración en la cicatrización: La piel puede tardar más en reparar cortes o heridas pequeñas debido a la ralentización de los procesos regenerativos.
Cambios en la postura: La inclinación hacia adelante o una menor flexibilidad en la columna vertebral pueden ser señales de envejecimiento del sistema musculoesquelético.
Menor tolerancia al calor o al frío: El cuerpo puede volverse más sensible a las temperaturas extremas debido a una disminución en la capacidad de regular la temperatura corporal.
Variaciones en el patrón del sueño: Muchas personas mayores experimentan menos sueño profundo y mayor tendencia a despertarse durante la noche.
Crecimiento y textura del cabello y uñas: El cabello puede volverse más fino o frágil, mientras que las uñas pueden engrosarse o crecer más lentamente.
Encogimiento de estatura: Puede ocurrir debido a la pérdida de densidad ósea y la compresión gradual de los discos entre las vértebras.
Vía: Agencias