En un avance sin precedentes, un equipo de investigadores de la Universidad de Arizona ha presentado un microscopio que podría dar un vuelco completo de la visión que tenemos de la física a nivel atómico. Publicado en la revista Science Advances, este dispositivo es capaz de capturar la dinámica de los electrones en movimiento, lo que representa un salto monumental en la capacidad de observación de la ciencia moderna. Es una forma de congelar el tiempo.
El desarrollo de esta tecnología es el resultado de años de investigación y perfeccionamiento. Los científicos han logrado superar una de las limitaciones más grandes en la microscopía: la incapacidad de «ver» los electrones mientras se mueven. Hasta ahora, la observación de los electrones en movimiento había sido una tarea casi insuperable, debido a la velocidad y la escala a la que ocurren estos fenómenos.
El artículo está firmado por un equipo de investigadores de la Universidad de Arizona, liderado por el profesor Mohammed Th. Hassan, un destacado físico y experto en ciencias ópticas. Hassan ha estado a la vanguardia en el desarrollo de técnicas avanzadas de microscopía y es conocido por su trabajo en el campo de los pulsos ultrarrápidos. Junto a él, participan Dandan Hui, Husain Alqattan, y Mohamed Sennary, quienes contribuyeron con su experiencia en física aplicada y óptica.
El nuevo microscopio, considerado el más rápido del mundo, opera en escalas de tiempo de attosegundos (un attosegundo es la mil millonésima parte de un nanosegundo), lo que permite a los científicos observar eventos que ocurren en fracciones de segundo tan minúsculas que anteriormente eran inalcanzables. Esta capacidad permitirá una exploración más profunda de las interacciones electrónicas, que son fundamentales para entender procesos tan diversos como la fotosíntesis, la superconductividad y la transferencia de carga en materiales avanzados.
Con información de Muy Interesante