La cocaína es una de las drogas más consumidas en Europa –la segunda después del cannabis–, sobre todo en los países del sur del continente, incluido España, según revela el ‘Informe europeo sobre drogas 2023: tendencias y novedades’ elaborado por el Observatorio Europeo de Drogas. Su amplio uso se debe a su potente capacidad para generar adicción, ya que los usuarios necesitan seguir consumiéndola para mantener el estado de euforia y bienestar que experimentan.
Para tratar la adicción a la cocaína se emplean terapias psicológicas, pero ahora un grupo de investigadores brasileños ha desarrollado una vacuna que desencadena una reacción del sistema inmunitario que impide que esta droga y su potente derivado el crack alcancen el cerebro y produzcan los efectos que enganchan a los consumidores, ayudándoles así a superar su dependencia.
La novedosa vacuna se denomina Calixcoca y está diseñada para ayudar a producir anticuerpos anticocaína en el organismo de una persona que sea químicamente dependiente de esta sustancia. El tratamiento se ha probado con éxito en estudios con animales, en los que ha generado significativos niveles de anticuerpos contra la cocaína y pocos efectos secundarios, e incluso ha demostrado proteger a los fetos de rata contra esta droga, lo que sugiere que se podría usar en humanos para proteger a los fetos de las embarazadas, como explican en Euronews.
Según Frederico Garcia, psiquiatra y coordinador del proyecto en la Universidad Federal de Minas Gerais (Brasil), si esta terapia es aprobada por las autoridades sanitarias sería la primera vez que se trata la adicción a la cocaína con una vacuna. “No hay ningún tratamiento específico registrado para la adicción a la cocaína y al crack. Actualmente utilizamos una combinación de asesoramiento psicológico, asistencia social y rehabilitación, cuando es necesario”, afirma.
Cómo funciona la vacuna contra la cocaína y el crack
La vacuna actúa induciendo una respuesta del sistema inmunitario de los pacientes para que produzca anticuerpos que se unen a las moléculas de cocaína en el torrente sanguíneo, y las vuelve demasiado grandes para pasar al sistema mesolímbico del cerebro, o “centro de recompensa”, donde la droga normalmente estimula altos niveles de dopamina que provoca placer.
“Se ha demostrado que es seguro en al menos tres especies de animales. Todo ello hace pensar que puede ser útil en el tratamiento de personas con adicciones y, por ello, son imprescindibles estudios clínicos que evalúen la seguridad y eficacia en humanos. Necesitamos hacer esta evaluación para identificar en quién funciona, con cuánta vacuna, con qué frecuencia, cuál es el efecto y cuál es la mejora en el pronóstico de los pacientes”, ha explicado Garcia.
El investigador cree que Calixcoca podría convertirse en una herramienta clave para ayudar a los pacientes en etapas críticas de la recuperación, como cuando salen de rehabilitación. La vacuna se elabora con compuestos químicos diseñados en el laboratorio, en lugar de ingredientes biológicos, lo que significa que su producción sería menos costosa que la de muchas vacunas y no sería necesario almacenarla a bajas temperaturas.
Sin embargo, también ha recalcado que no se trata de una panacea que pueda administrarse a cualquiera: “La vacuna no es una panacea. No estaría indicada indiscriminadamente para todas las personas con trastorno por consumo de cocaína. Es necesario realizar una evaluación científica para identificar con precisión cómo funcionaría y para quién, de hecho, sería eficaz”, advierte.