Problemas conductuales y necesidades económicas son parte de las razones por las que menores están en situación de vulnerabilidad en las calles de Barquisimeto, así lo considera el Consejo de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de Iribarren (Cpnnai). Se pueden ver menores en semáforos limpiando los parabrisas de los carros, vendiendo chucherías en las unidades de transporte público, cuando deben estar en las aulas de clases.
A pesar de que cada caso tiene sus particularidades, hay factores que son predominantes y entre los principales están la crisis por pobreza, la guerra, haber sufrido previamente violencia, abusos, explotación y desesperación, de acuerdo con la ONG defensora de los derechos del niño a nivel internacional Humanium.
En Venezuela no hay cifras oficiales de los niños en situación de calle; sin embargo, el ente encargado de la protección de los menores en Barquisimeto, el Cpnnai, registró 190 niños en situación vulnerable durante el año 2023.
En 2024, la existencia de menores en las principales calles y avenidas de la ciudad es evidente y se pueden encontrar en horas de la tarde, cuando el sol no es tan fuerte, en la avenida Libertador con calle 51, en la avenida Lara con avenida Los Leones o en el semáforo del Distribuidor Jirahara de Barquisimeto.
La abogada del Cpnnai, Ana Rosa Sánchez, explica que cuando a un menor se encuentra en condición de vulnerabilidad ejerciendo labores que no van acorde con su edad se le están vulnerando sus derechos esenciales, tales como la educación, la salud y su integridad personal.
Dentro de su experiencia, cuenta que hay «niños, niñas y adolescentes que efectivamente tienen problemas conductuales y la mamá ya no le puede hacer la contención, porque en realidad no tienen qué comer», mientras que, en otro caso analizado por la institución a la que representa, un menor de edad tuvo que salir a la calle para obtener algo de dinero y así ayudar a su madre enferma de cáncer y para la alimentación de sus tres hermanos menores.
En la Casa Hogar Dr. José Gregorio Contreras, un niño en situación de vulnerabilidad también vivió una difícil situación cuando tenía siete años edad, cuenta Annelí Acosta a cargo de esta asociación civil. La madre del niño estaba privada de libertad por cargos de droga y en la familia predominaba un comportamiento que lo llevó a la deserción estudiantil.
Actualmente, en el municipio Iribarren hay cuatro casas de abrigo que brindan ayuda a estos jóvenes, pero cada día son más los rostros que se ven por las calles de Barquisimeto.
Aunque en Venezuela no hay registros del número de menores que están en situación de calle, la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) registró que en el año 2023, de los 11.597.754 jóvenes en edad escolar, solamente 7.613.237 asistían a las aulas de clases.
Con información de La Prensa de Lara