Los cronistas están casados con con el quehacer cultural, con la memoria, la divulgación y la difusión de tradiciones y costumbres de sus municipios. Tienen sobre sus hombros la responsabilidad de conservar ese legado.
Para continuar esta tarea, los días 19, 20 y 21 de septiembre se reunirán en Barinas los representantes de cerca de 200 jurisdicciones del país en la 46 Convención Nacional de Cronistas Oficiales de Venezuela. Será la segunda vez, luego de 20 años, que se realiza en la ciudad marquesa.
En esta oportunidad, le corresponde al historiador y periodista Alberto Pérez Larrarte, cronista oficial del municipio Barinas, la organización de este evento, junto al poeta Avilmark Franco y el cultor, Mariano Medina. La temática central será “la modificación de los estatutos de la Asociación que agrupa a este sector cultural de Venezuela”.
Nuestro rol es resguardar la memoria histórica, salvaguardar el patrimonio cultural, defender la memoria, proyectar, divulgar todo lo que tiene que ver con la historia”, explica Pérez Larrarte.
Así queda expresado también en la Ley Orgánica del Poder Público Municipal en su artículo 125, el cual dice: “(…) tendrá como misión recopilar, documentar, conservar y defender las tradiciones, costumbres y hábitos sociales de su comunidad (…) ser profundo conocedor o conocedora y estudioso o estudiosa del patrimonio histórico y cultural del Municipio”.
Estas jornadas contarán con la presencia del gobernador Sergio Garrido, así como con las autoridades municipales de Barinas, Cruz Paredes, Rojas, Sosa y Obispos. Entre los reconocimientos destaca la condecoración que se impondrá al cardenal Baltazar Porras Cardozo, cronista de Mérida.
Más cronistas para más municipios
Para el historiador, Alexis Coello, cronista del estado Carabobo, ellos son una minoría en el país. Su empeño es que cada municipio cuente con su propio representante en las 335 jurisdicciones de Venezuela.
Expone Pérez Larrarte que la importancia de mantener la tradición es un deber de los gobiernos locales, tal como lo establece la ley, son esas figuras auxiliares de los poderes públicos municipales.
A su vez, manifiesta que la ley debe ser más amplia y que se establezca de manera obligatoria el legítimo derecho de la figura del cronista.
“Somos unos ciudadanos privilegiados y asumimos esto con humildad. No hay nada más hermoso que llevar esa insignia del cronista, que llenar esa inquietud que el pueblo espera de nosotros”, resume Coello, quien cuenta con 27 años dedicado a esta labor.
“Me anima ver el entusiasmo de los niños y jóvenes cuando me corresponde ir a alguna escuela, liceo”, refiere.
Ser cronista
Para el también escritor Larrarte, no hay como la satisfacción de escribir algo hermoso, contar una historia, recordar los viejos pueblos, la vieja gente. Para él es lo fundamental de este oficio.
Mientras que para Coello lo más difícil es haber sido seleccionado entre millones de venezolanos, para representar a un pueblo en la investigación, producción y conservación de su patrimonio cultural e histórico.
De igual manera, aclara que esa minoría tienen una gran responsabilidad, se deben a una colectividad, por tanto, deben respetar y darle una identidad, un sentido de pertenencia.
La memoria no basta
La memoria es primordial, dice el cronista Alexis Coello, pero más aún es “tener una memoria que le proporcione al cronista mantener los hechos más importantes de su municipio, de la historia venezolana”.
Aparte de ello, contar con las herramientas metodológicas que le permitan la reconstrucción del pasado, de los hechos más significativos de su región.
Son instrumentos vitales para el quehacer de investigadores saber buscar en los documentos, en los archivos, en los repositorios, interpretarlos para su redacción y divulgación.
Rol de las nuevas tecnologías
En un mundo dominado por las nuevas tecnologías, su uso es fundamental para los cronistas.
Ahora estos custodios de la historia local deben estar a tono con el mundo tecnológico, explica Pérez Larrarte, además de ser útiles si son bien empleadas para la investigación.
“Debemos adaptarnos a este mundo dominado por la tecnología sin perder el humanismo que debe tener todo cronista”.
Con información de Crónica Uno
