En la era digital, donde predominan los teclados y las pantallas, el acto de escribir a mano parece estar quedando atrás. Sin embargo, investigaciones recientes han demostrado que esta práctica es fundamental para el aprendizaje y la memoria, pero que también tiene impactos positivos en la salud emocional y cognitiva.
Escribir a mano implica un proceso más complejo que hacerlo con una máquina, ya que involucra diversas regiones cerebrales que favorecen el aprendizaje y la retención de información. Según un estudio de Van der Weel y Van der Meer (2024), la escritura a mano “aumenta la conectividad cerebral, lo que mejora tanto el aprendizaje como la memoria”.
Esta actividad más profunda involucra una coordinación precisa entre el sistema motor y el sistema visual. Como señala Ramesh Balasubramaniam, neurocientífico de la Universidad de California, Merced, a Psychology Today: “La escritura a mano es probablemente una de las habilidades motoras más complejas que el cerebro es capaz de realizar”.
Esta complejidad es una de las claves por las que se asocia con una mejor retención de información, ya que “el proceso de escribir a mano obliga a diferentes sistemas cerebrales a trabajar juntos”.
Escritura a mano y su impacto en el aprendizaje infantil
Uno de los beneficios más claros de escribir a mano se observa en la educación temprana. Los estudios han demostrado que los niños que aprenden dicha habilidad mejoran su capacidad para reconocer letras y comprender conceptos.
Según la neurocientífica Sophia Vinci-Booher, cuando los niños escriben letras, “cada iteración es diferente, y esa variabilidad ayuda a consolidar su comprensión conceptual de la letra”.
Esta habilidad es crucial para la lectoescritura, ya que los niños no solo aprenden a reconocer las letras, sino también a desarrollar una mejor comprensión visual y conceptual de ellas.
A pesar de la creciente dependencia de las tecnologías digitales, Marieke Longcamp, neurocientífica cognitiva de la Universidad de Aix-Marsella, explica que “escribir a mano requiere una coordinación mucho más precisa entre los sistemas motor y visual”. Esta complejidad activa las áreas cerebrales relacionadas con la memoria, esenciales para un aprendizaje efectivo.
Beneficios cognitivos y emocionales en adultos
Para los adultos, la escritura a mano también puede tener grandes beneficios en términos de salud cerebral. Investigaciones han demostrado que esta práctica puede ayudar a prevenir el deterioro cognitivo relacionado con la edad.
De acuerdo con el estudio de Wilson et al. (2013): “La actividad cognitiva, como la escritura a mano, puede mejorar la estructura y la función cerebral, así como las reservas cognitivas”. Además, al involucrar más áreas cerebrales en el proceso, la escritura manual contribuye a la salud cerebral y a la resiliencia cognitiva a medida que envejecemos.
Escribir a mano también es bueno para la salud emocional. En el estudio publicado por PubMed por Galassi et al. (2022) sugieren que el diario visual, una práctica que combina la escritura manual con el dibujo, puede tener amplios beneficios en la reducción de la depresión y la soledad, al mismo tiempo que mejora la identidad personal y el sentido de la vida.
Robert Wiley, psicólogo cognitivo de la Universidad de Carolina del Norte, resalta a NPR que “escribir a mano permite establecer asociaciones entre el cuerpo y lo que se ve y se oye, lo que podría dar a la mente más puntos de apoyo para acceder a un concepto o idea determinados”.
Esta interacción más rica entre el cuerpo, la visión y la memoria hace que la escritura manual sea un proceso más eficiente y efectivo para la retención de información.
El valor social de la escritura a mano
Otro aspecto clave de la escritura a mano es su capacidad para fomentar la conexión social. Aunque en la actualidad se recurre mayormente a mensajes de texto y redes sociales para comunicarse, la escritura manual sigue siendo una forma poderosa de establecer vínculos emocionales.
“Escribir cartas y notas a mano ayuda a los adultos a mejorar su capacidad para aprender y recordar información”, se menciona en Domtar.
Este tipo de interacción, que involucra la escritura personal de cartas, permite a las personas establecer un vínculo más cercano con los demás, lo que es especialmente valioso en contextos intergeneracionales.
La escritura a mano puede parecer una práctica desactualizada, pero su impacto positivo en la cognición y la salud emocional es innegable. Incorporar esta actividad en la vida diaria, aunque sea de manera gradual, puede ofrecer grandes beneficios.
Como señala el artículo de Psychology Today: “Si escribir a mano activa todo el cerebro, podría sumarse a la lista de actividades, como hacer crucigramas y aprender un nuevo idioma, que ayudan a prevenir el deterioro cognitivo”.
La clave está en encontrar el equilibrio, utilizando tanto las herramientas digitales como las tradicionales para maximizar los beneficios para la salud cerebral.
Con información de Infobae