Cuando se trata de combatir el calor, la sabiduría tradicional dice que deberíamos ponernos ropa transpirable, ligera, holgada, fresca y preferiblemente de colores claros para reflejar los rayos del sol y porque absorben menos calor. Sin embargo, ¿es certera esta presunción? Parece que no. Las túnicas, como las que usan los beduinos en el desierto, son la mejor elección de ropa contra el calor.
Sabemos que el cuerpo se enfría a sí mismo a través del proceso de sudoración, en el que el sudor se evapora y quita el calor del cuerpo. La ropa puede ayudar o dificultar este proceso, dependiendo de su material, peso, ajuste y color. Pero, ¿cuál es la prenda y el color más efectivo para el calor?
Para llegar a esta conclusión acerca de las túnicas como mejor ropa contra el calor, en un estudio, los científicos analizaron la eficacia de varios tipos de prendas en ambientes de alta temperatura. Realizaron cuatro sesiones de 30 minutos, una con cada atuendo distinto (pantalones cortos, una túnica beduina negra, una túnica similar en blanco y un uniforme militar marrón), en el desierto de Negev, en el sur de Israel.
Observaron que las personas que usaban túnicas, generalmente hechas de telas más pesadas y, a menudo, de color oscuro, parecían manejar mejor el calor que las que usaban ropa más ligera y transpirable. Contrariamente a las expectativas, los sujetos del experimento controlado que usaban túnicas informaron constantemente que se sentían más frescos y tenían temperaturas corporales más bajas que aquellos que vestían otro tipo de prendas más asociadas al verano (ropa blanca, holgada, ligera…) o incluso otro tipo de ropa (como un uniforme militar).
¿Por qué motivo?
La clave estaba en el flujo de aire. Las túnicas permitían refrescar el aire alrededor del cuerpo, debido al movimiento de las túnicas con el viento y el movimiento de su portador. Esto es, si bien las túnicas suelen ser más pesadas que otros tipos de ropa, su diseño permite una gran circulación de aire. A medida que el usuario se mueve, el aire fluye por debajo de la bata, promoviendo la evaporación del sudor y refrescando el cuerpo. Además, la tela más pesada de la túnica puede servir como un escudo eficaz contra el calor directo del sol. Al ser más gruesa, proporciona una barrera más sólida contra los rayos del sol. Según los científicos, llevar una túnica en verano puede ser incluso más fresco que estar desnudo.
¿Y el color oscuro?
Los investigadores no vieron resultados significativos respecto al color. Si la túnica era blanca o negra no parecía marcar la diferencia. A pesar de que el color negro sí que absorbe más calor, no llega a la piel, de ahí que el color de la tela no sea lo importante. Más bien el tipo de prenda, holgada, y el grosor del tejido.
Estos hallazgos sugieren que las túnicas, que han protegido del calor sofocante a generaciones enteras de beduinos y de tuaregs que se internan en el desierto para vivir, pueden ser una prenda óptima para el control del calor. Sin embargo, vale la pena señalar que otros factores también pueden contribuir al confort térmico, como las preferencias personales, las normas culturales y las actividades específicas que vamos a llevar a cabo. Sea como fuere, esta investigación sugiere que cuando se trata de calor, nos equivocamos al pensar en colores claros y materiales livianos al ser las túnicas unas prendas más optimizadas para el calor que nos asola en verano.
Con información de Muy Interesante