Cuando pensamos en salud, pocas veces reparamos en los compuestos que dan color, sabor y aroma a nuestras comidas. Sin embargo, esas características no son meramente estéticas: muchos de estos pigmentos vegetales contienen sustancias bioactivas que pueden marcar una diferencia real en nuestra salud.
Entre ellos, los flavonoides se han ganado un lugar privilegiado, según detalla un número especial de Real Simple sobre alimentación antiinflamatoria.
Presentes en frutas, verduras, infusiones y especias, los flavonoides no solo protegen a las plantas del estrés ambiental; en el cuerpo humano, actúan como escudos contra el envejecimiento celular, la inflamación crónica y hasta ciertos tipos de cáncer.
¿Qué son los flavonoides y cómo actúan en el cuerpo?
Los flavonoides son compuestos bioactivos de origen vegetal que pertenecen a la familia de los polifenoles. Se encuentran en frutas, verduras, infusiones como el té, vino, chocolate y especias. Su estructura química les permite neutralizar radicales libres, moléculas inestables que dañan las células y aceleran el envejecimiento.
Además de su acción antioxidante, tienen propiedades antiinflamatorias, antivirales y anticancerígenas. Según explicó la nutricionista Abbie Gellman a Real Simple, los flavonoides “impiden el daño celular” y “bloquean la formación de sustancias cancerígenas”, además de modular procesos que generan inflamación. Un efecto destacado es su capacidad para preservar el colágeno, proteína esencial para tejidos como piel, tendones y cartílagos.
También ayudan a regular funciones metabólicas. La quercetina, presente en la cebolla, contribuye a controlar la inflamación, respuestas alérgicas y la actividad de la insulina. Su amplio rango de beneficios los convierte en aliados clave para el bienestar general.
Los múltiples beneficios de los flavonoides para la salud
Incorporar flavonoides en la alimentación diaria va mucho más allá de una tendencia nutricional: se trata de una inversión directa en salud celular, inmunidad y bienestar general. Estos compuestos, presentes en una amplia variedad de plantas, tienen efectos sinérgicos en múltiples sistemas del organismo.
1. Acción antioxidante y antienvejecimiento: los flavonoides son antioxidantes más potentes que muchas vitaminas. Actúan como “basureros” moleculares, eliminando radicales libres que dañan el ADN, las membranas celulares y las proteínas estructurales.
2. Reducción de la inflamación crónica: numerosas enfermedades modernas, desde la diabetes tipo 2 hasta la artritis, tienen un componente inflamatorio. Los flavonoides modulan la producción de citoquinas y enzimas inflamatorias, reduciendo procesos que podrían dañar órganos y tejidos a largo plazo.
3. Protección frente a virus y células tumorales: algunos flavonoides, como la apigenina y la catequina, han mostrado efectos antivirales, dificultando la replicación de ciertos virus. Otros poseen propiedades anticancerígenas, al bloquear la formación de compuestos carcinógenos o inducir la muerte programada de células anómalas.
4. Refuerzo del colágeno. La nutricionista Abbie Gellman destaca un beneficio clave para la estructura corporal: ciertos flavonoides pueden entrecruzar fibras de colágeno, mejorando la cohesión de la matriz extracelular. Esto es vital no solo para mantener una piel firme, sino también para proteger articulaciones, ligamentos y tendones del desgaste.
5. Regulación metabólica e inmune: otros flavonoides influyen en la actividad de hormonas y neurotransmisores. Por ejemplo, la quercetina mejora la sensibilidad a la insulina y tiene efectos antialérgicos. También pueden mejorar la función inmunológica al modular respuestas defensivas y reducir la hiperreactividad.
10 alimentos ricos en flavonoides que deberías incluir en tu dieta
Diversos grupos de alimentos contienen flavonoides en concentraciones significativas, y lo mejor es que muchos ya forman parte de la cocina cotidiana. A continuación, una selección destacada según nutricionistas citados por Real Simple:
1. Berries (frutas del bosque): frambuesas, arándanos, moras y fresas son potentes fuentes de flavonoides y vitamina C. Se recomiendan en batidos, ensaladas o como snack antioxidante.
2. Uvas: ricas en antocianidinas (especialmente las variedades moradas), ayudan a proteger el colágeno y combatir el envejecimiento celular. Pueden agregarse a yogures, ensaladas o comerse solas.
3. Cebollas: contienen quercetina, un flavonoide clave para reducir la inflamación y modular la actividad de la insulina. Se integran fácilmente como base en guisos, sopas y salteados.
4. Vegetales verdes y de hoja: espinaca, brócoli y cebolla de verdeo destacan por su fibra, antioxidantes y efecto desintoxicante. También se incluye el apio, útil para regular la presión y el azúcar.
5. Hierbas y especias: orégano, tomillo, perejil y canela son potentes antioxidantes naturales. Aportan sabor y propiedades sin calorías adicionales.
6. Vegetales rojos: repollo morado, y pimientos contienen flavonoides, carotenoides y vitamina C. Ideales en salteados, salsas y fermentados.
7. Frutas cítricas: naranjas, limones, pomelos, mandarinas y limas aportan flavonoides, vitamina C y fibra. Son versátiles en bebidas, aderezos, postres y platos principales.
8. Legumbres: soja, porotos negros y colorados, lentejas y garbanzos contienen flavonoides, fibra y proteínas vegetales. Nutritivos y saciantes, funcionan en guisos, ensaladas o sopas.
9. Té: té verde, negro y blanco son ricos en catequinas y otros flavonoides. El té de manzanilla, en particular, contiene apigenina, que ayuda a calmar el sistema nervioso.
10. Chocolate negro: cuanto más alto el porcentaje de cacao, mayor su contenido de flavonoides. Ideal elegir variedades sin azúcar añadido. Puede usarse en postres, bebidas o como snack saludable.
Con información de Infobae