En la Universidad Monteávila (UMA) la Facultad de Ciencias de la Educación es la que tiene el menor número de estudiantes. De acuerdo con la decana Virginia Domínguez, la cifra actual es de 35 alumnos.
La Facultad de Ciencias de la Educación desarrolló un sistema, en 2022, que permite a los estudiantes adquirir doble licenciatura en un período de cinco años, para hacer más atractiva la oferta de la carrera.
Además, gran parte de los estudiantes de Educación en esta casa de estudios gozan de una beca para continuar con su formación.
La UMA es una institución privada fundada en el año 1998. Los egresados de Educación se mantienen entre 10 y 12 estudiantes por promoción. De ellos se gradúan “prácticamente todos” gracias a su “vocación profesional”.
Estimaciones de MonitorDescave revelan que Venezuela necesita cerca de 256.000 docentes para cubrir el déficit existente. Solo en 2023 se graduaron 4000 nuevos educadores.
Según la Federación Venezolana de Maestros (FMV) en los últimos dos años más de 100.000 docentes abandonaron las aulas. La falta de profesionales en esta área se le atribuye principalmente a los bajos salarios.
Virginia Domínguez, decana de la Facultad de Educación de la UMA, conversó con Crónica Uno sobre el panorama de la la carrera Educación en esta casa de estudios. Domínguez es bióloga egresada de la Universidad Simón Bolívar (USB), con máster en Ciencias de la Educación en la Universidad de Navarra (España) y estudios en Filosofía.

¿Cuál es la capacidad máxima de estudiantes que admite la facultad? ¿Y cuántos están inscritos?
Se pueden tener hasta 45 personas por salón de clase. Sin embargo, el número de personas que desean optar por la carrera de educación no es tan grande. Entonces, tenemos promociones constantes.
Todos los años se ha ido manteniendo ese número entre 10 y 12 personas.
Son números pequeños (de estudiantes), pero al mismo tiempo da gusto porque las personas que vienen son personas con mucha vocación profesional.
No pasa, por ejemplo, que entran en la Facultad de Educación como paso a otras facultades, que eso a veces ocurre en otras universidades. Que quieren, por ejemplo, Comunicación Social, pero como no hay cupos, entonces entran en Educación y se cambian. No. Todas las personas que están aquí en educación son educadores natos. Hay un interés claro por la carrera.
¿Cuál es el promedio de los estudiantes que se gradúan?
Prácticamente todos. El sistema de estudios de aquí es por bloques. Los chicos se inscriben en todas las materias. Pasan al siguiente semestre y se gradúan en cuatro años. Se supone que si tienen una materia que no aprobaron, la pueden llevar de arrastre al año siguiente. Al finalizar el cuarto año, si han aprobado todas sus materias, se gradúa la promoción completa.
Y hay algo muy interesante que es la posibilidad de doble titulación. Es decir, si una persona comienza Educación mención Integral y luego quiere sacar la licenciatura en Ciencias Pedagógicas, con un año tienes dos licenciaturas.
Aquí las carreras son como más integrales. Tenemos tres opciones. Integral, Ciencias Pedagógicas e Inicial. Si una persona cursa una licenciatura en Preescolar, si estudia un año más, tiene dos licenciaturas. No es que tenga una mención, sino que es licenciado en Educación Ciencias Pedagógicas y es licenciado en Educación Preescolar. Tienen dos licenciaturas en cinco años.
¿Pero eso es solamente es con Educación?
Solo con educación.

¿Cuántos estudiantes de Educación están en curso?
En total tenemos 35 estudiantes en toda la facultad. Pero capacidad hay para mucho más, lógicamente. El tema es el interés por la carrera de Educación.
En las universidades nacionales sé que tienen muchísimos alumnos, pero también reportan una disminución en el número.
Entonces, es una cosa que se está dando en todas las universidades y no solo la carrera de Educación, solo que se nota más, porque de ordinario han sido menos personas, pero también se nota en las demás facultades.
Hace unos años (2007-2017) tuvimos un programa que era becas de la la Oficina de planificación del Sector Universitario (OPSU). Entonces, la OPSU enviaba un grupo de alumnos aquí a la universidad y se conseguían becas con la alcaldía o con empresas privadas. Eso funcionó chévere y en ese momento las promociones eran como de unas 30 personas.
Cuando ese acuerdo se disolvió no pudo continuarse. Entonces dejamos de tener ese grupo de alumnos, que de alguna manera tenían como ese apoyo de las becas y de todo este asunto y entonces quedó un grupo más pequeño.
Respecto a las especializaciones que hacen los estudiantes, ¿están relacionadas también con la carrera o hacen otras que pertenecen a distintas áreas de estudio?
No. De ordinario hacen cosas relacionadas con la carrera. Aquí en la universidad tenemos varias especializaciones. Estamos dando ahorita especialización en componente docente, va a comenzar el mes que viene. Luego están proyectos educativos comunitarios, la atención psicoeducativa del autismo.
La universidad tiene un equipo de personas en un centro de estudios de la discapacidad, que han trabajado este tema extraordinariamente, y me parece la única en el país de atención psicoeducativa del autismo.
¿Tienen algún programa especial para incentivar a que las personas se inscriban en la carrera de Educación?
Tenemos varias posibilidades. Por una parte está todo el tema de becas que se le conceden a los alumnos que tengan un buen promedio, ellos presentan en la universidad. Ingresan en la universidad e introducen la carta de solicitud de becas. Puede haber beca por méritos de deporte o por méritos de excelencia estudiantil o de distintos tipos, se evalúa su situación y se le puede dar un porcentaje sobre la el total de la mensualidad.

También uno de los programas que estamos impulsando ahorita se llama el PPP, es el Programa de Proyección Profesional. Tenemos dos años trabajando en esto y consiste en ir a visitar algunos colegios y ofrecerles como un plan de acompañamiento tanto a los alumnos de cuarto y quinto año como a sus padres, en el tema de elección de la carrera.
Esto es un programa que es para toda la universidad, no solo para la carrera de Educación. Entonces, ¿de qué se trata? Se trata de ofrecerles a los alumnos una serie de conferencias sobre las carreras que se dictan en la universidad. Explicar bien el pénsum, explicarles cuál es el meollo de la profesión que ellos quieren estudiar.
Se trata de darle tanto a los muchachos como a sus padres las herramientas que necesitan para que su elección de carrera sea lo más acertada posible y no pierdan el tiempo. Si tanto los padres como los alumnos hacen el programa completo pueden tener un cupo sin necesidad de presentar el examen de admisión de la universidad.
¿Esta carrera es la que tiene el menor número de estudiantes?
Sí, y ha sido así por mucho tiempo. La carrera de Educación es una carrera poco solicitada. Yo he sabido de universidades en que no han podido abrir la carrera de Educación por falta de solicitudes. Universidades que también han hecho esfuerzos extraordinarios, por ejemplo, financiar la carrera de Educación con las otras carreras, esto en universidades grandes que pueden hacer eso, que con los ingresos generales de la universidad ofrecieron abrir las puertas de educación gratuita y ni siquiera había alumnos así.
Me parece que es una situación de falta de reconocimiento social tanto en acoger al educador como merece en en su dignidad, como en en su retribución económica.
Entonces, para mí es un cambio de políticas sociales lo que va a permitir un cambio en el número de ingresos en las universidades. Veo muchas personas que han salido de otras carreras que optan por el componente docente porque ven que allí está como su realización personal y hay una necesidad patente en el país de educadores.
¿Qué tan difícil es para la Facultad de Educación la formación de nuevos profesionales?
Una vez que la persona ha tomado la decisión de emprender la carrera, todo es muy fácil. Porque tenemos profesores que son apasionados de la educación. Los alumnos vienen decididos a eso. Una vez que comienzan es una maravilla porque tanto los profesores como los alumnos quieren demasiado, se dan cuenta de la necesidad.
Tengo varios profesores que dan clases en otras facultades y nunca habían dado clase en Educación. Una de ellas me decía: «Mira, Virginia, yo estoy enamorada de la Facultad de Educación. De los alumnos de Educación, yo no he visto nada parecido. Son Activos, intervienen”. Estas son unas personas que están muy enfocadas en lo que quieren y muy conscientes de la importancia de lo que van a hacer.
¿Pudiera describir de qué forma se prepara la próxima generación de docentes en el país? ¿Y cuáles son los desafíos que les tocaría enfrentar?
Uno puede partir del punto de que la situación de la educación en el país no es fácil. Que en las escuelas, uno aspiraría que estuvieran mucho mejor, los profesores tal vez pueden estar poco motivados, etcétera.
Veo que en el caso de los educadores que hay una capacidad especial de comprometerse con lo que hacen, que uno no ve en todo el mundo. Yo podría decir que el futuro de la educación en Venezuela va a ser excelente. Sin querer ser ingenua. Son personas que se han forjado con esfuerzo y que el valor humano del venezolano es grande. No quito toda la la situación país, que es muy fuerte y es mucho es lo que hay que hacer. Pero hay una actividad muy bonita ahorita.
¿De qué forma afecta la falta de estudiantes en esta área en la calidad de la Educación?
Bueno, afectada directísimamente. Uno sabe que hay muchos colegios donde los docentes no son docentes. Hasta padres del colegio son los profesores de tal o cual materia. Hay muchas personas que saben mucho y no saben explicar. No están al tanto de una serie de estrategias actuales que facilitan el aprendizaje y quizás tienen algo como demasiado de otra época de cuando ellos estudiaron.
La falta de docentes afecta absolutamente al crecimiento de la Educación en el país, aunque se supla con otras profesiones. Primero hay que tener para poder dar.
Muchas veces los maestros con vocación suplen muchas cosas que los muchachos no reciben en su casa. Entonces, si allí está una persona que que no es educador, sino que está porque no le quedó más remedio, también esa parte humana falta.
El educador es padre, madre, médico, o sea, todo lo que haga falta en el salón de clases lo pone el educador. Es una profesión espectacular, que requiere mucha valía humana.
A modo de reflexión, ¿qué puede decir sobre los retos que enfrenta la educación en Venezuela en este momento?
Hay muchas aristas en esto, pero principalmente aumentar el número de educadores. Recuperar a los educadores que han dejado la Educación para dedicarse a otras tareas que le aportaban un beneficio mayor. Toda la parte de infraestructura de las escuelas y todo el tema de la retribución salarial.
Que no pongan obstáculos al que quiere ser educador, incentiva vocaciones para la educación. Date cuenta de lo que es un educador. Esto sería como un reto, como repotenciar la imagen y la figura del educador en el entorno social.
Con información de Crónica Uno