DESA: Venezuela y Argentina tendrán la inflación más alta en 2024

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Foto: Archivo

Aunque la inflación se ha desacelerado en la mayoría de las economías de Latinoamérica y el Caribe el año pasado, en relación con los años siguientes a la pandemia, el aumento del costo de vida seguirá siendo un foco de atención en 2024 a medida que las economías empiezan a bajarle el acelerador a las tasas de interés.

Según proyecciones del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU (DESA) la inflación mundial se moderaría del 5,7% en 2023 al 3,9% en 2024, aunque bajo diversos condicionantes que incluyen una nueva escalada de los conflictos geopolíticos que podrían generar nuevos aumentos en los precios, reseñó Bloomberg.

En el caso de Latinoamérica y el Caribe, las estimaciones del DESA apuntan a que la inflación pase del 6,8% proyectado al 2023 al 4,3% en el 2024. Para el 2025, el índice de precios al consumidor podría variar un 3,5%.

La inflación se ubicaría este año en Sudamérica en 4,2% (en 2023 fue de 5,8%); en el Caribe en 4,4% (en 2023 fue de 8,1%) y en México y en Centroamérica en 4,7% (en 2023 fue de 8,5%).

Venezuela y Argentina

A pesar de que el índice de precios al consumidor se moderó en Latinoamérica y el Caribe, “unas pocas economías siguieron experimentando una inflación elevada y crónica en medio de desequilibrios macroeconómicos y la depreciación de las monedas nacionales”, de acuerdo con el informe.

En la región, Argentina (139,4%) y Venezuela (115%) se disputan el lugar de la inflación más alta para el 2024. Aunque en ambos casos el aumento del costo de vida se moderaría en el 2025, con Argentina con el 44,9% y Venezuela con el 85%, aún están muy alejados del promedio regional.

Si bien en 2023 la inflación general mundial cayó desde el 8,1% de 2022, que significó el valor más alto en casi tres décadas, se mantuvo por encima de la media de 2010-2019.

Las proyecciones sobre la inflación están condicionadas a una serie de factores como las crisis relacionadas con el clima y el fenómeno de El Niño, que según DESA no solo podrían perturbar la actividad económica, sino también desencadenar nuevas presiones inflacionarias.

Para 2024, DESA proyecta que una cuarta parte de los países en desarrollo registren más del 10% de inflación.

“La tendencia inflacionista en los países en desarrollo también ha agravado la pobreza, revirtiendo algunos de los avances logrados con tanto esfuerzo en su reducción”, dice el informe.

En parte, como consecuencia de estos choques en el costo de vida y otros factores, en 2023 unas 238 millones de personas padecieron niveles altos de inseguridad alimentaria aguda, lo que significó un aumento de 21,6 millones respecto al año anterior.

Con información de Descifrado