Se calcula que más de un millón de personas en España padece trastorno bipolar. A pesar de ello, tan sólo un tercio de esa cifra ha sido diagnosticada correctamente, según un estudio datos del Servicio de Información sobre Discapacidad.
Precisamente, se trata de una patología psiquiátrica que muchas veces puede ser difícil de detectar correctamente, ya que sus signos son inespecíficos y se confunden con los de otros trastornos; sin embargo, su tratamiento es bastante concreto, con lo que es evidente la necesidad de encontrar métodos más eficaces que puedan ayudar a los profesionales a dar con diagnósticos más precisos.
Un método para diferenciar bipolaridad y depresión
Muy recientemente ha llegado una buena noticia al respecto: el medio científico JAMA Psychiatry ha publicado los resultados de un estudio que identifica una serie de biomarcadores metabolómicos (rasgos químicos mesurables en la sangre) que puede ayudar a distinguir de manera precisa a los pacientes con trastorno maniaco-depresivo (o trastorno bipolar) de los pacientes con trastorno depresivo mayor, dos condiciones frecuentemente confundidas en los diagnósticos clínicos.
Se trata de un trabajo llevado a cabo sobre una cohorte de 241 participantes con una media de edad de 28 años, con diagnósticos de trastorno depresivo mayor en los cinco años previos al inicio del estudio y con síntomas depresivos según una escala psicométrica.
El método se fija en un panel de 17 biomarcadores, que pudo confirmar un diagnóstico de trastorno bipolar en casi un tercio de los participantes y confirmar el trastorno depresivo mayor en el resto. Estos marcadores se correlacionaban de manera precisa con la incidencia de síntomas maníacos (una de las características definitorias de la entidad clínica) a lo largo de la vida.
Un análisis de sangre para diagnósticos más precisos
En la práctica, los autores subrayan que el descubrimiento atestigua el valor añadido de los biomarcadores en escenarios en los que los datos sobre los síntomas psiquiátricos no están disponibles y en umbrales diagnósticos intermedios, lo que sugiere que los test de biomarcadores pueden beneficiar especialmente a pacientes que no reportan sus síntomas o cuyo diagnóstico es incierto.
Similarmente, la combinación de las lecturas de biomarcadores realizadas en muestra de sangre y los datos reportados por el propio paciente aumenta de manera muy importante la precisión de los modelos diagnósticos basados en datos demográficos extensivos y en información de cuestionarios normalizados como el Cuestionario sobre salud del Paciente o el Cuestionario de los Trastornos de Ánimo.
Este tipo de hallazgos profundizan en nuestro conocimiento sobre la conexión que existe entre el aspecto psiquiátrico y el fisiológico de la persona, y nos acerca a métodos de diagnóstico de orden biológico que mejoren la precisión de los enfoques empleados para tratar problemas de salud mental de acuerdo con las características del paciente.