El bótox, también conocido como toxina botulínica tipo A, es famoso por su uso en el ámbito de la medicina estética para reducir arrugas y líneas de expresión. Sin embargo, su aplicación para tratar el cabello dañado o envejecido también está ganando popularidad, aunque menos conocida.
En este contexto, el «hair botox» consiste en una mezcla de vitaminas, aminoácidos y proteínas que resulta beneficiosa para revitalizar cabellos deteriorados por tintes, el uso de planchas para el cabello o la exposición a otros agentes externos, como explicó un experto en peluquería en S Moda.
Se ofrecen tratamientos de bótox capilar en numerosos salones de belleza, adaptados tanto para cabellos rizados como lisos. Además, en el mercado existen productos diseñados para aplicarse en casa, que ofrecen hidratación, brillo y sellado adicional.
Por lo general, estos tratamientos se aplican como una mascarilla hidratante sobre el cabello húmedo, distribuyéndolos uniformemente desde la raíz hasta las puntas y asegurándose de cubrir todo el cabello. Luego, se deja actuar durante el tiempo recomendado por el fabricante (generalmente entre 20 y 30 minutos) antes de aclarar y secar al aire o con secador.
La clave para reparar un cabello extremadamente dañado radica en los productos de acabado, que se aplican después de limpiar el cabello y antes de peinarlo. Estos productos suelen contener ingredientes reparadores como la queratina o agentes que sellan la fibra capilar, como el aceite de argán.
Con información de El País
