Los niños en Venezuela, particularmente en menores de 5 años de edad, han estado presentando retardo en el crecimiento. La profesora Marianella Herrera Cuenca, PhD e investigadora del Centro de Estudios del Desarrollo de la Universidad Central de Venezuela, explica que esta situación es provocada principalmente porque la mayoría de las madres presenta desnutrición durante su embarazo, lo que promueve un bajo peso al nacer y constituye un rezago en el desarrollo.
En una entrevista para la ONG Provea, la también investigadora de la Fundación Bengoa para la Alimentación y Nutrición y directora del Observatorio Venezolano de la Salud destacó que la crisis alimentaria que atraviesa el país desde hace años ha provocado una prevalencia de desnutrición crónica en las poblaciones de bajos recursos y, especialmente, en los niños pequeños.
«Aquellos que todavía están en el periodo crítico del crecimiento y desarrollo de los primeros 1000 días de vida porque muchos de ellos presentan ese retardo de crecimiento y desarrollo durante los primeros dos años de vida. Lo cual quiere decir nos habla de un crecimiento retardado intrauterino, es decir, las madres están muy posiblemente desnutridas y esto contribuye al mal desempeño durante el embarazo y, por supuesto, va a promover el bajo peso al nacer que contribuye a un rezago del crecimiento y desarrollo«, indicó.
Herrera Cuenca destacó que la desnutrición crónica en un niño es la muestra de la adaptación al entorno y a las condiciones de desventaja. Esto trae consecuencias en términos de desarrollo cognitivo, de desempeño escolar, de productividad y, más adelante, de desarrollo de un país.
La inseguridad alimentaria, cuyo factor determinante es la malnutrición, es un problema que que no solo afecta en la actualidad a millones de venezolanos, sino que tiene consecuencias a largo plazo como el capital humano y su aporte al desarrollo del país.
«La crisis venezolana llegó a un momento en que necesita pensarse en paralelo las intervenciones inmediatas y urgentes sin descuidar lo importante: la infraestructura, el aporte en los servicios, el repensar los servicios de salud y la calidad de estos. Son acciones impostergables y esperemos que vengan muy pronto. Esas tres cosas serían la atención inmediata a los niños, a esas nuevas generaciones de venezolanos, la atención inmediata a las mujeres embarazadas inmediato porque van relacionado uno con el otro», añadió la experta.
Inseguridad alimentaria agudiza los problemas de desnutrición en Venezuela
Alrededor de 5 millones de venezolanos padecen inseguridad alimentaria severa, lo que significa que no tienen acceso regular a alimentos suficientes y nutritivos, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
La situación venezolana se agrava por la escasez de alimentos básicos, el aumento de los precios y la disminución de la capacidad adquisitiva de la población.
La desnutrición aguda infantil supera en cuatro veces el promedio regional de Suramérica, situación que se ve agravada por la disminución de la cooperación internacional y las dificultades para acceder a los alimentos básicos, explicó Susana Rafalli, experta en nutrición y asistencia humanitaria, durante una reunión virtual con el Movimiento en Defensa de la Constitución y la Democracia (Decode) el año pasado.
La experta destacó que la crisis alimentaria ha llevado a las familias a adoptar estrategias de supervivencia extremas, como reducir el número de comidas, pedir prestados alimentos o incluso saltarse comidas. Además, la desnutrición crónica en niños y niñas está generando un impacto negativo en su desarrollo físico y cognitivo a largo plazo.
La FAO señala que aproximadamente 6 millones de venezolanos -cerca de 17% de la población- afrontan una situación de inseguridad alimentaria moderada y severa.
Con información de El Nacional