Aproximadamente la mitad de todos los casos de cáncer de mama afectan a mujeres que no tienen factores de riesgo específicos aparte del sexo y la edad, detalla la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Debido a que la incidencia del cáncer de mama en muchos países es alta, actualmente un equipo de investigadores del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) de Barcelona, España, trabaja en el desarrollo de un método para diagnosticar, de manera temprana el cáncer de mama a partir de muestras de leche materna, informa Gaceta UNAM.
La investigación comenzó en el momento en que una mujer con cáncer de mama y embarazada por tercera vez le entregó a la oncóloga Cristina Saura, una de las integrantes del equipo, muestras de leche materna que había congelado 18 meses antes de que supiera que estaba enferma, porque temía haberle transmitido el padecimiento a su segunda hija vía la lactancia.
Aunque Saura y sus colegas sabían que eso no era posible, después de analizar las muestras encontraron en ellas fragmentos de ADN de células tumorales que revelaban la presencia de cáncer de mama en la mujer.
Después de este interesante descubrimiento, el equipo de trabajo ahora realiza una investigación con miras a aprovechar el análisis de la leche materna como una herramienta que permita diagnosticar tempranamente el cáncer de mama en el puerperio o posparto, pues representan hasta 55 % de los que son confirmados en mujeres de menos de 45 años.
“El problema es que cada vez hay más casos de cáncer de mama en mujeres muy jóvenes, en especial durante el embarazo y el puerperio, que por su edad no entran en los programas de detección temprana. Además, se ha visto que, cuando se detecta en estas etapas, este cáncer es más agresivo, y si se hace metástasis, tiene una mortalidad más elevada”, indica Martínez González, profesora de la materia optativa de Lactancia Materna en la Facultad de Medicina de la UNAM.
Así pues, la profesora considera que la investigación que se lleva a cabo en el VHIO es una oportunidad para la ciencia médica y para la salud de las mujeres embarazadas y, pues esta investigación se centra en mujeres que no han recibido tanta atención como aquéllas con más edad, pese a que las jóvenes tienen mayor riesgo de padecer un cáncer de mama más agresivo y mortal.
Con información de OMS