La diputada neozelandesa Golriz Ghahraman, la primera refugiada elegida para el Parlamento, dimitió este martes a raíz de que la Policía la investigue por tres robos en tiendas de ropa, que ella alega que fueron causados por el estrés.
“Para mí está claro que mi salud mental se está viendo gravemente afectada por el estrés relacionado con mi trabajo. Esto me ha llevado a actuar de una manera que está completamente fuera de lugar. No intento excusar mis acciones, pero sí quiero explicarlas”, subrayó Ghahraman, de 42 años, en un comunicado.
Los supuestos robos se produjeron entre octubre y diciembre de 2023 en dos tiendas de ropa de las ciudades de Auckland y Wellington.
La diputada del Partido Verde y ex abogada de derechos humanos admitió en su escrito que no había cumplido con los estándares que se esperaban de los políticos y necesitaba tiempo para abordar su salud mental.
“El profesional de salud mental al que acudo dice que mi comportamiento reciente es consistente con eventos recientes que dieron lugar a una respuesta de estrés extremo y se relacionan con un trauma no reconocido previamente”, remarcó.
“He decepcionado a mucha gente y lo siento mucho. No es un comportamiento que pueda explicar porque no es racional de ninguna manera y después de la evaluación médica entiendo que no me encuentro bien”, zanjó.
Ghahraman, nacida en Irán, se mudó a Nueva Zelanda junto su familia cuando era niña y se les concedió asilo político como refugiados.
Después de estudiar derecho, se convirtió en abogada de derechos humanos para Naciones Unidas y trabajó en tribunales penales internacionales antes de llegar al Parlamento de Nueva Zelanda en octubre de 2017.
Las acusaciones de robo rodean dos incidentes en una tienda de ropa de lujo de Auckland y otro en Wellington, entre octubre y diciembre de 2023, según el medio neozelandés 1 News.
El colider del Partido Verde, James Shaw, dijo a los medios que la presión sobre Ghahraman, criticada por su apoyo a Palestina, había aumentado durante ese período e intensificó el estrés que la acompañó durante seis años en el Parlamento.
“Ghahraman ha sido objeto de amenazas prácticamente continuas de violencia sexual, física y amenazas de muerte, desde el día en que fue elegida (…) vivir bajo ese nivel de amenaza, en lo que ya es una situación bastante estresante, tiene sus consecuencias”, remarcó Shaw en una rueda de prensa. EFE