Un exprofesor de una escuela secundaria de la provincia de Hunan, en el centro de China, fue ejecutado el pasado 1 de noviembre mediante inyección letal, tras ser condenado a muerte por violar y abusar sexualmente de menores, informaron en las últimas horas medios locales.
Long Peizhu fue sentenciado a la pena capital por violar a cinco niñas de entre 12 y 14 años y abusar sexualmente de otras tres de entre 13 y 14 años, delitos que cometió durante su etapa como profesor principal en una escuela secundaria local del condado de Longhui entre abril de 2016 y octubre de 2020, informó el medio local The Paper.
El Tribunal Popular Intermedio de la provincia de Hunan declaró a Long culpable de violación y lo condenó a muerte «debido a la gravedad de sus crímenes».
A pesar de la apelación de Long contra la sentencia, el Tribunal Popular Superior de la provincia la rechazó, confirmando la pena máxima.
Las autoridades educativas locales han iniciado la asistencia y el apoyo a las estudiantes afectadas, aunque los detalles específicos se mantienen confidenciales debido a la implicación de menores, informó el rotativo China Daily.
Las jóvenes sufrieron estrés postraumático, lo que conllevó a que tres de las víctimas se autoinfligieran lesiones, y una de ellas se suicidara.
Los especialistas remarcan que las muertes por suicidio nunca tienen un único detonante, sino que son el resultado de factores psicológicos, biológicos y sociales que tienen tratamiento. Las personas con conductas suicidas y sus allegados tienen a su disposición servicios sanitarios y teléfonos de emergencia donde pueden recibir ayuda.
Hace poco menos de un mes, las autoridades de la provincia de Gansu (noroeste) informaron de la ejecución de un exdirector de una escuela primaria, en un caso semejante al de Long, acusado también de violar a cinco menores y abusar sexualmente de otras 17, todas entre los 8 y 14 años de edad.
Este mismo año, en mayo, el Tribunal Popular Supremo de China informó igualmente de la ejecución de tres reos en un mismo día, todos acusados de violar a varias niñas y adolescentes.
El Tribunal explicó entonces en un comunicado que los tribunales «siempre han otorgado gran importancia a la protección de los derechos e intereses de los menores, y han aplicado la pena de muerte a un número muy reducido de delincuentes que han cometido delitos particularmente atroces y delitos extremadamente graves», contra los que «nunca mostrarán indulgencia».
Las autoridades chinas no facilitan datos oficiales sobre el número de condenados a muerte, pero en su informe anual de 2022, la organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional apuntó que «se cree que se llevaron a cabo miles de ejecuciones» en el país.
La violencia contra mujeres y niñas es una violación grave de los derechos humanos y el derecho de las mujeres a vivir sin violencia está recogido en acuerdos internacionales. En el ámbito mundial, solo el 40 % de las mujeres busca ayuda tras sufrir violencia, lo que obliga a las instituciones a promover políticas de prevención y ayuda.
EFE