Juan Carlos Pulido, quien jugó para cuatro equipos durante un período de 20 años en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, falleció el jueves por la noche en Caracas, a los 52 años de edad. Su deceso fue informado por familiares y allegados. El ex lanzador había estado batallando contra una dolencia crónica.
Pulido vistió los uniformes de Aragua, Magallanes, Lara y La Guaira, pero con los Navegantes se erigió en el tirador más dominante del circuito entre 1991 y 1997, cuando exhibió récord de 32-15, con 2.44 de efectividad en 453.2 innings, repartidos en 96 salidas, 67 como abridor.
En la zafra 1993-1994 compiló balance de 11-1 y un promedio de carreras limpias de 2.24, lo que le valió alzarse con el premio Pitcher del Año.
Todo, luego de llegar a los filibusteros proveniente de los Tigres, a cambio del infielder Alfredo Pedrique, lo que le convirtió en uno de los cambios más exitosos en la historia de la gerencia valenciana.
En su prolífica carrera, que terminó en la 2008-2009, con los Tiburones, reunió récord de 72-55, con 3.15 de efectividad, la cuarta mejor en los anales del circuito entre los lanzadores con al menos 1.000 entradas (1092.0) y la más baja para un zurdo. Ganó cinco títulos, tres con Magallanes (1994, 1996, 1997) y dos con Aragua (2004, 2005).
Pulido fue exaltado al Salón de la Fama del Magallanes el 19 de noviembre de 2016. La placa reza:
“Fue la gran referencia del pitcheo de los Navegantes del Magallanes durante la exitosa década de los años 90, pero además uno de los brazos más dominantes que ha vestido el uniforme de la divisa al punto tal que es el líder de todos los tiempos de la franquicia con 41.
Este zurdo caraqueño también es el número uno del club en juegos iniciados con 84, mientras que en ponches y en innings lanzados ocupa la tercera posición.
En 9 campañas con el Magallanes dejó efectividad de 2.75 y en cuatro finales tuvo promedio de 2.70 carreras limpias permitidas, siendo uno de los motores que impulsó a la nave hacia la obtención de 3 títulos.
Uno de los mejores momentos los vivió en la temporada 1993-94, cuando se convirtió en el primer navegante en ser distinguido con el premio Pitcher del Año, luego de encabezar el circuito en juegos ganados con 11, al mismo tiempo que terminaba con efectividad de 2.24”.
Su calidad sobre el montículo lo llevó a las Grandes Ligas en 1994, con los Mellizos de Minnesota. En esa temporada protagonizó y ganó el primer duelo de criollos en ese nivel, contra Wilson Álvarez, el 12 de junio en el Hubert H. Humphrey Metrodome, tras seis sólidos tramos.
Después de aquella zafra no regresó a las Mayores hasta nueve años más tarde, en 2003, de nuevo con Minnesota. En su paso por MLB, Ligas Menores, Japón, Taiwán, México y reuniones independientes, dejó foja vitalicia de 115-91, con 4.35 de efectividad.
La Junta Directiva de la LVBP, su Personal Operativo y Administrativo, expresan sus más sinceras palabras de condolencia, extensivas a cada uno de sus familiares, allegados, amigos, compañeros y conocidos. Paz a su alma.
Vía: Agencias