El ministro iraní de Exteriores, Abás Araqchí, partió este viernes a Omán para celebrar mañana la tercera ronda de las negociaciones nucleares con Estados Unidos, y que incluirán en esta ocasión reuniones técnicas.
“La delegación que representa a la República Islámica de Irán ajustará cada paso en función del comportamiento de la otra parte, considerando las experiencias pasadas, y no escatimará esfuerzos para garantizar los derechos e intereses legítimos de la nación iraní”, dijo en un comunicado el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Ismail Baghaei, antes de la partida del canciller.
Araqchí mantendrá de nuevo negociaciones indirectas con enviado especial para Oriente Medio, Steve Witkoff, en Mascate, que estarán mediadas por Omán.
Además, por primera vez desde el comienzo de las negociaciones acerca del programa nuclear iraní el 12 de abril se celebrarán reuniones técnicas entre expertos, además de las de los negociadores jefe.
Ese encuentro técnico estaba previsto para el pasado miércoles, pero se retrasó por motivos que no han sido explicados.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se mostró ayer satisfecho con cómo su Administración está trabajando con Irán y dijo que cree “que lo están haciendo muy bien” en las negociaciones.
Tras su regreso a la Casa Blanca, Trump, ha reinstaurado la llamada política de “máxima presión” contra Irán y hasta el momento ha anunciado siete rondas de sanciones para detener la venta de crudo iraní.
Al mismo tiempo ha repetido amenazas militares contra el país persa si no alcanzan un acuerdo nuclear.
El estadounidense abandonó durante su primer mandato el pacto nuclear de 2015, firmado entre Irán y seis potencias occidentales y que limitaba el programa nuclear iraní a cambio del levantamiento de sanciones.
Desde entonces, Irán enriquece uranio muy por encima de los límites previstos en ese acuerdo y ahora posee 8.294 kilos, 274 de ellos a una pureza del 60 %.
Con información de EFE