Durante años, la idea de la belleza capilar se centró en la apariencia del cabello: brillo, color, suavidad y peinados. Pero una nueva tendencia —más consciente y efectiva— está marcando el rumbo en 2025: el cuidado del cuero cabelludo.
¿La razón? La salud del cabello comienza desde la raíz, literalmente. Aquí, un repaso por los motivos de este cambio de percepción y los consejos para cuidar una parte fundamental del cuerpo.
1. El cuero cabelludo es piel (y necesita atención especial)
Muchas personas olvidan que el cuero cabelludo es piel, con sus propias necesidades, glándulas sebáceas, microbiota y barrera protectora. Al igual que cuidamos la piel del rostro con rutinas específicas, el cuero cabelludo también merece productos, técnicas y hábitos pensados para mantenerlo equilibrado.
Un cuero cabelludo en mal estado puede generar síntomas visibles como:
- Caída excesiva del cabello
- Caspa
- Picazón o ardor
- Exceso de grasa o sequedad
- Falta de crecimiento o debilidad capilar
2. ¿Por qué se daña el cuero cabelludo?
Factores internos y externos lo afectan constantemente:
- Estrés y desequilibrios hormonales
- Uso frecuente de productos con sulfatos agresivos o alcohol
- Lavado inadecuado o poco frecuente
- Contaminación ambiental
- Dieta pobre en nutrientes
- Exposición solar sin protección
Como estilista, lo veo en el salón cada semana: personas que invierten en tratamientos caros para el largo del cabello sin atender lo más importante, la base donde nace: el cuero cabelludo.
3. La tendencia del “scalp care”: la nueva skincare del cabello
Así como el skincare revolucionó nuestra forma de cuidar el rostro, ahora el “scalp care” transforma el mundo capilar. Se trata de rutinas específicas para limpiar, exfoliar, nutrir y equilibrar el cuero cabelludo. De todos modos, ante cualquier duda, siempre es mejor consultar con un profesional de la salud.
Productos clave para sumar a tu rutina:
- Champú clarificante (1 vez por semana) para remover residuos de productos, toxinas y exceso de grasa.
- Exfoliante capilar (físico o químico): elimina células muertas, oxigena el folículo y previene la caída.
- Tónicos o sueros revitalizantes con cafeína, niacinamida o biotina: estimulan el crecimiento y fortalecen el folículo.
- Aceites equilibrantes, como el de romero o árbol de té: regulan la producción de sebo y calman la irritación.
- Masajes capilares: activan la circulación sanguínea y relajan el sistema nervioso.
Cuidado profesional y autocuidado en casa: la combinación perfecta
Los tratamientos de salón juegan un papel clave, pero el verdadero cambio ocurre con la constancia. Como digo siempre: lo que hacés en tu casa es el 80% del resultado. Por eso, recomiendo:
- Visitar el salón cada 4 a 6 semanas para una limpieza profunda o tratamiento profesional de estimulación capilar.
- Usar productos de calidad, sin sulfatos ni siliconas pesadas.
- No abusar del calor (secador o plancha directamente sobre el cuero cabelludo).
- Cepillar suavemente el cabello para estimular la microcirculación.
- Mantener una alimentación rica en proteínas, hierro, zinc y omega 3.
4. ¿A quién va dirigida esta tendencia?
A todos. Hombres y mujeres, jóvenes o adultos, con o sin problemas capilares. El cuidado del cuero cabelludo no es una moda: es un enfoque preventivo, consciente y duradero. Y es especialmente importante en etapas como la adolescencia (por los cambios hormonales), el embarazo, la perimenopausia o andropausia, y en personas con estrés crónico.
5. Lo que se viene: tecnologías y rituales de bienestar
La industria capilar se está reinventando con dispositivos de luz LED para estimular el cuero cabelludo, microcorrientes que mejoran la absorción de productos y técnicas que combinan bienestar y belleza, como el scalp yoga, la aromaterapia capilar o la acupresión con herramientas específicas.
Cuidar el cuero cabelludo también se está convirtiendo en un ritual de autocuidado: un momento para conectar con uno mismo, aliviar el estrés y renovar energía. Porque cuando cuidamos desde la raíz, no solo mejora el cabello, también lo hace nuestra actitud y presencia.
El futuro del cabello se construye desde la raíz
Invertir en el cuero cabelludo es apostar por un cabello más fuerte, brillante y duradero. Es entender que la belleza no es solo estética: es salud, es equilibrio y es bienestar integral.
Así que la próxima vez que pienses en mejorar tu cabello, empezá por el principio. Porque cuando la raíz está sana, todo florece.
6. Cómo proteger el cuero cabelludo, según la estación del año
Así como adaptamos nuestra ropa o el cuidado de la piel según la temporada, el cuero cabelludo también necesita rutinas específicas dependiendo del clima y los cambios ambientales. Estas son las recomendaciones por estación:
Verano: protección ante el sol y el sudor
- Usar sombreros o pañuelos
- Aplicar productos con filtro solar capilar
- Lavar más frecuentemente
- Incorporar mascarillas o sérums hidratantes
Otoño: renovación y desintoxicación
- Realizar exfoliaciones capilares
- Empezar una rutina fortalecedora
- Masajes regulares
- Hacer tratamientos detox en el salón
Invierno: nutrición y defensa ante el frío
- Usar champús humectantes
- Reducir el uso de agua muy caliente
- Incorporar aceites nutritivos
- Evitar gorros muy ajustados
Primavera: estimulación y equilibrio
- Iniciar un tratamiento de crecimiento
- Alternar con champú clarificante
- Mantener una dieta rica en vegetales
- Fortalecer con suplementos (biotina, colágeno, etc.)
7. Enfermedades del cuero cabelludo en niños y adultos: cómo identificarlas, tratarlas y prevenirlas
Cuando algo no está bien, el cuero cabelludo lo manifiesta rápidamente: picazón, enrojecimiento, caspa, heridas o incluso pérdida de cabello. Tanto en niños como en adultos, es fundamental saber reconocer las señales de alerta y actuar a tiempo, al acudir a un profesional de la salud.
Enfermedades más comunes en niños
- Tiña del cuero cabelludo (Tinea capitis): infección fúngica muy contagiosa. Se manifiesta con zonas redondeadas, sin pelo, escamas, inflamación o costras. Tratamiento: champú antifúngico y medicación oral recetada por un médico. Importante: no compartir peines, toallas ni gorras.
- Costra láctea (Dermatitis seborreica infantil): muy frecuente en bebés. Aparecen escamas amarillentas, grasosas y pegadas al cuero cabelludo. Tratamiento: lavados suaves con champú específico para bebés o con aceite mineral y cepillo blando. No raspar nunca para evitar heridas.
- Pediculosis (piojos y liendres): afecta principalmente en edad escolar. Provoca picazón intensa y pequeñas heridas por el rascado. Tratamiento: lociones pediculicidas, peine fino, y revisión diaria. Prevención: higiene constante y control regular.
Enfermedades más frecuentes en adultos
- Caspa (dermatitis seborreica leve): exceso de descamación blanca o amarillenta que puede ir acompañado de picazón y enrojecimiento. Tratamiento: champús anticaspa con ketoconazol, zinc, ácido salicílico o piroctona olamina. Siempre consultar con un médico. Evitar: estrés, productos con alcohol y lavado inadecuado.
- Psoriasis del cuero cabelludo: trastorno autoinmune crónico que causa placas gruesas, escamosas y rojas. Tratamiento: lociones medicadas, esteroides tópicos, luz UV y seguimiento médico. No confundir con caspa, ya que no mejora con champús comunes.
- Foliculitis: inflamación de los folículos pilosos, a veces con granitos o pústulas dolorosas. Puede deberse a bacterias, hongos o fricción. Tratamiento: antibióticos tópicos o sistémicos según la causa y las órdenes de un especialista. Evitar: uso excesivo de gorras ajustadas, calor directo y acumulación de productos.
- Alopecia areata: érdida de cabello en áreas redondas, sin inflamación. De causa autoinmune. Tratamiento: corticoides, minoxidil y terapias regenerativas bajo indicación médica. Fundamental: diagnóstico precoz.
Cómo prevenir enfermedades del cuero cabelludo
- Higiene regular, con productos adecuados según edad, tipo de cuero cabelludo y estación.
- No compartir objetos personales como peines, toallas o almohadas.
- Evitar acumulación de productos o residuos (como geles, sprays o champús muy pesados).
- Proteger del sol y del frío excesivo con gorros, pañuelos o productos con filtro UV.
- Buena alimentación, rica en vitaminas del grupo B, zinc, hierro y omega-3.
- Control del estrés, que muchas veces es el disparador de dermatitis, caída o desequilibrios del cuero cabelludo.
Piel sana, cabello fuerte
El cuero cabelludo merece la misma atención que el rostro o el resto del cuerpo. Reconocer los signos de alerta y actuar a tiempo es clave para evitar complicaciones y preservar la salud capilar.
Ante cualquier duda, consultá con un dermatólogo y evitá automedicarte. Como estilista profesional, puedo ayudarte a identificar desequilibrios y acompañarte con una rutina personalizada, pero el diagnóstico médico es fundamental en los casos más complejos.
Con información de Infobae