Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia sugiere que la gestación podría tener un coste biológico, ya que ha revelado que cada embarazo adicional en mujeres adultas jóvenes se asocia con alrededor de 2,4 y 2,8 meses de envejecimiento biológico acelerado.
Los resultados se han publicado en The Proceedings of National Academy of Sciences (PNAS), donde los autores explican que su estudio “examinó los costes de reproducción tanto en hombres como en mujeres jóvenes en un contexto de alta fertilidad utilizando medidas de envejecimiento biológico de última generación”.
Tras analizar los datos de 1.735 jóvenes en Filipinas (de entre 20 y 22 años) observaron que las mujeres que han estado embarazadas parecen biológicamente más viejas que aquellas que nunca han concebido. Además, las que tuvieron más embarazos mostraron signos de envejecimiento biológico más avanzados en comparación con las que tuvieron menos. Sin embargo, el número de embarazos de la pareja no se relacionó con el envejecimiento biológico en hombres de la misma edad, lo que sugiere que el embarazo o la lactancia en sí mismos podrían acelerar el envejecimiento biológico.
Este estudio amplía hallazgos epidemiológicos previos que indican que una alta fertilidad puede tener efectos secundarios negativos en la salud y longevidad de las mujeres. Lo que no se sabía era si los costes de la reproducción se manifestaban más temprano en la vida, antes de que comenzaran a notarse el declive relacionado con la edad y las enfermedades.
Medir el impacto de la reproducción sobre el envejecimiento
Hasta ahora, uno de los desafíos había sido cuantificar el envejecimiento biológico en personas jóvenes. Este desafío se superó utilizando una serie de nuevas herramientas que emplean la metilación del ADN (DNAm) para estudiar diferentes aspectos del envejecimiento celular, la salud y el riesgo de mortalidad. Estas herramientas, conocidas como ‘relojes epigenéticos’, permiten a los investigadores estudiar el envejecimiento más temprano en la vida, llenando un vacío clave en el estudio del envejecimiento biológico.
“Los relojes epigenéticos han revolucionado la forma en que estudiamos el envejecimiento biológico a lo largo de la vida y abren nuevas oportunidades para investigar cómo y cuándo se manifiestan los costes de salud a largo plazo de la reproducción y otros eventos de la vida”, ha declarado Calen Ryan, científico asociado de investigación en el Centro de
Envejecimiento de Columbia y autor principal.
“Nuestros hallazgos indican que el embarazo acelera el envejecimiento biológico, y estos efectos son evidentes en mujeres jóvenes de alta fertilidad”, señaló Ryan. “Nuestros resultados también son los primeros en seguir a las mismas mujeres a lo largo del tiempo, vinculando cambios en el número de embarazos de cada mujer con cambios en su edad biológica”.
La relación entre el historial de embarazos y la edad biológica se mantuvo incluso después de considerar varios otros factores relacionados con el envejecimiento biológico, como el estatus socioeconómico, el tabaquismo y la variación genética, pero no se observó entre los hombres de la misma muestra. Este hallazgo, señaló Ryan, apunta a algún aspecto del proceso de tener hijos –en lugar de factores socioculturales asociados con la fertilidad temprana o la actividad sexual– como un impulsor del envejecimiento biológico.
A pesar de la naturaleza sorprendente de los hallazgos, Ryan anima a los lectores a recordar el contexto: “Muchos de los embarazos reportados en nuestra medida inicial ocurrieron durante la adolescencia tardía, cuando las mujeres aún están creciendo. Esperamos que este tipo de embarazo sea particularmente desafiante para una madre en crecimiento, especialmente si su acceso a la atención médica, recursos u otras formas de apoyo es limitado”.
Con información de WebConsultas