Vivir con un diagnóstico de cáncer llevó al fotógrafo Andrew Fusek Peters a desarrollar técnicas que le permitían “congelar el tiempo” y captar espectaculares imágenes de aves y mariposas.
Este fotógrafo de la naturaleza, residente del condado de Shropshire, en el oeste de Inglaterra, tomó como hobby la fotografía después de que su trabajo como autor de literatura infantil se volviera demasiado estresante.
“Me puse muy, muy enfermo mentalmente y me quemé. Cuando pasaba por ese período tan oscuro de mi vida, supe que tenía que hacer otra cosa”, cuenta.
Una “zambullida en la naturaleza” hizo a su vez que creciera en él un amor por la fotografía, explica.
“Eso fue hace 10 años y quedé enganchado. Soy completamente adicto a la naturaleza”.
“Espero que no exista una rehabilitación en el mundo que me saque de esto, porque estar en la naturaleza ha sido fenomenal para mi salud mental”, añadió.
Una cirugía a la que se sometió después de ser diagnosticado con cáncer de colon en 2018 lo forzó a quedarse en casa.
“Estaba aterrorizado, con miedo y no sabía realmente lo que estaba pasado”, contó. “Estaba observando todas las mariposas del jardín: las polygonias, las atalantas y las vanesas de los cardos. Las veía tomar el néctar y despegar y me puse a pensar por qué no es frecuente ver fotos de mariposas en vuelo”, se preguntó. “Y la razón es que es muy difícil”.
Empezó a trabajar con un sistema fotográfico de alta velocidad que le permitía hacer “esta maravillosa cosa de viajar en el tiempo”.
“La cámara está constantemente salvando fotos a medida que medio aprietas el obturador y luego, cuando la mariposa o el ave despega, aprietas completamente el botón y todas esas fotos quedan salvadas”, explicó. “Todo suena un poco chiflado pero significa que viajas atrás en el tiempo”.
Andrew típicamente toma entre 10.000 y 15.000 fotos para poder lograr la secuencia de una mariposa al despegar en foco.
“No hay atajos. Realmente invierto una cantidad de horas”, indicó. “La primera vez que fotografié en foco una mariposa en vuelo, simplemente dije ‘uy, eso sí que es bonito’, y ese fue el detonante”.
El lograr captar las mariposas es “un momento de tanta intensidad e intimidad que nunca jamás podré dejar de apreciar”, añadió.
Después de su enfermedad, explicó que había empezado a enviar sus fotografías a las agencias de prensa “y muchas de ellas se publicaron en los diarios nacionales”.
Luego vino un libro, «Safari de mariposas», que contiene las fotos de todas las especies autóctonas de Reino Unido, “que tuvo una acogida fenomenal por todo el mundo”.
La recopilación de esas fotos es “probablemente cuando más me he divertido en mi vida”, expresó.
“Me volqué de lleno en ello y simplemente conduje de arriba abajo por el país”. “Te llevas a casa un tesoro en tu tarjeta de memoria, ¿cómo no te puede gustar eso?”
Ahora está trabajando en un libro que documenta la vida silvestre del jardín, incluyendo aves, zorros y tejones, que saldrá publicado en 2025.
“Lo que me emociona una vez más es la celebración de lo que está aquí, bajo mi nariz, lo que está en el jardín y en el lago vecino», dice.
Entre los momentos destacados de 2023 estuvo la foto de la aurora boreal en el páramo de Long Mynd en Shropshire y la imagen de un martín pescador criando en un río local.
“Pude sentarme en la ribera y verlo entrar y salir del nido, luego zambullirse en el agua para bañarse; para mí fue como ver un león o un tigre”, dijo.
Otra foto que muestra la luz del amanecer refractada a través de las alas de un herrerillo común creó lo que describió como un “arcoíris aéreo”.
La imagen es “súper rara y casi nunca se logra captar”, aseguró.
Fotos suyas de caballos salvajes peleando en esa misma región también salieron publicadas en la prensa nacional.
“Estaba conduciendo y simplemente salté del auto para tomar esas fotos”, dijo. “De manera que lo que me tomó 10 minutos salió en seis diarios nacionales, nunca me había pasado”.
Señaló que el pasar tanto tiempo entre la vida silvestre, lo había hecho “cada vez más preocupado” del estado de la conservación en Reino Unido.
“Es difícil cuando estoy afuera [en la naturaleza] y logro un momento de felicidad con una especie rara, o un momento hermoso con una especie común, y luego me embarga esta pesadumbre”, reconoció.
Pero, viendo el lado más positivo, añadió que hay una “enorme cantidad” de voluntarios y agricultores intentando preservar los hábitats naturales.
Ya llevaba cuatro años libre de cáncer, añadió.
“Siempre está el temor ahí, pero todo el que haya pasado por eso lo entenderá”, expresó. “Pero mantengo la esperanza de llegar a viejo sin elegancia y continuar tomando fotos encantadoras”.
Con información de BBC