Esta semana el venezolano Jeison Orlando Rodríguez volvió a la palestra pública luego de que el zapatero alemán Georg Wessel viniera Venezuela para entregarle unos nuevos pares de zapatos, esta vez talla 70. El nativo de Santa Cruz de Aragua ostenta desde 2014 la distinción como el hombre con los pies más grandes del mundo, solo que un siglo atrás un estadounidense dejó un registro que lo ubica como la persona con la talla más grande de todos los tiempos, según el Libro Guinness.
Rodríguez comentó en entrevista con El Pitazo que conseguir calzados es una proeza. De hecho, el zapatero alemán Wessel ha sido una de las personas que le ha ayudado desde 2012. El pasado 23 de abril le entregó varios pares de zapatos que hizo especialmente para el aragüeño. Eso nos lleva a preguntar ¿cómo hizo a inicios del siglo 20 el norteamericano Robert Wadlow, cuyos pies eran más grandes que los de Rodríguez?
Wadlow nació en 1918 y en su edad adulta sus pies medían 46,99 centímetros de largo, unos seis centímetros más que los de Rodríguez, de acuerdo con la reseña del medio footwearnews.com, que toma como referencia los registros del Libro Guinness de Récords. Por otro lado, la estatura de Wadlow también era superior a la del venezolano: medía 2,72 metros, mientras que Rodríguez registra 2,38 metros.
Wadlow falleció el 15 de julio de 1940 y durante toda su vida nunca dejó de crecer debido a un desorden provocado por la glándula pituitaria. Además de su estatura de 2,72 metros, llegó a pesar 222 kilogramos. Entre las medidas curiosas del estadounidense está la extensión de sus brazos, con 2,88 metros; así como el tamaño de sus manos, de 32 centímetros desde la muñeca hasta la punta del dedo medio.
¿Y la mujer con los pies más grandes?
Desde 2022 la también estadounidense Tanya Herbert ostenta la distinción como la mujer con los pies más grandes del planeta, marca registrada por Récord Guinness. El pie derecho de la mujer de 40 años mide 33,1 centímetros, mientras que el izquierdo 32,5. La nativa de Houston, cuya estatura es de 2,10 metros, es muy activa en redes sociales y, por esa vía, hizo contactos con mujeres de talla grande para superar los complejos.
“Mis padres me dieron una autoestima muy sana mientras crecía, así que no pensaba que ser alto fuera algo malo”, afirma Herbert, cuyos padres miden más de 1,90 metros de estatura. “Nunca recuerdo haber sido acosada ni nada parecido por mi altura. De hecho, mis amigos me cuidaban mucho para asegurarse de que me querían y me gustaban”.
Con información de El Pítazo