En un emocionante hallazgo que ha cautivado a arqueólogos e historiadores de todo el mundo, buzos y expertos han desenterrado en el fondo del lago Asveja, en Lituania, los restos excepcionalmente bien conservados de un soldado medieval. Este descubrimiento, que data de 2020, arroja nueva luz sobre la vida y la muerte de los guerreros de la Edad Media.
Los restos del soldado fueron encontrados a una profundidad de nueve metros, sumergidos bajo una capa de barro y arena, durante una exploración submarina del antiguo puente de Dubingiai. Según la arqueóloga Elena Pranckėnaitė, el hallazgo no corresponde a un entierro intencional, sino que se debe a que los sedimentos se acumularon sobre el cuerpo con el paso del tiempo, preservándolo de manera extraordinaria.
Junto a los restos del soldado, se encontraron varias pertenencias personales en excelente estado de conservación, como una espada, botas de cuero y dos cuchillos. Estos objetos ofrecen valiosas pistas sobre la vida cotidiana y el equipamiento de los guerreros medievales. Los antropólogos han determinado que los restos pertenecen a un joven, aunque aún se desconocen las causas exactas de su muerte.
Se cree que el soldado tenía una conexión con el cercano castillo de Dubingiai, una fortaleza medieval que dominaba la región. Es posible que el soldado estuviera realizando alguna misión o que simplemente se encontrara en la zona cuando perdió la vida.
Los restos del soldado medieval y sus pertenencias se encuentran actualmente siendo estudiados por expertos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Vilnius y del Museo Nacional de Lituania. Este descubrimiento representa un hito en la arqueología lituana y ofrece una oportunidad única para comprender mejor la vida en la Edad Media.
Con información de Clarin
