El mango es conocido como “la reina de las frutas“. Además de su sabor y fragancia seductora, esta fruta posee una gran cantidad de nutrientes que la convierten en un superalimento para nuestro sistema inmunológico.
En primer lugar, el mango es una excelente fuente de vitamina C, un nutriente vital para el fortalecimiento de la inmunidad. Un solo mango de tamaño mediano puede proporcionar hasta el 100% del valor diario recomendado de vitamina C. Esta vitamina es esencial para el crecimiento y la reparación de los tejidos de nuestro cuerpo, la absorción del hierro y la formación de colágeno.
También, esta fruta es rica en vitamina A, que es esencial para el mantenimiento de las funciones inmunes. La vitamina A juega un papel crucial en la generación de respuestas inmunitarias tanto innatas como adaptativas, mantiene la integridad y la función de las células de la piel y las membranas mucosas que actúan como una primera línea de defensa contra las infecciones.
De igual forma, aporta una generosa cantidad de vitamina E, vitamina K, vitamina B5, folato y fibra. La fibra, en particular, ayuda en la digestión y previene el estreñimiento para conservar la salud general del sistema digestivo, que juega un papel importante en nuestra inmunidad.
El mango es un alimento altamente versátil, se puede consumir fresco, en ensaladas, salsas, batidos, postres y más. Incorporarlo en nuestra dieta diaria puede ser una deliciosa manera de reforzar nuestro sistema inmunológico.
Fuente: Medios internacionales
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