El método curly para transformar tus rizos

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Foto: Archivo

Si tienes rizos, sabes el desafío que implica mantenerlos definidos e hidratados todo el día. En general, esta dificultad se debe a los productos que usamos, como los champús con sustancias químicas que pueden ser dañinos para los bucles o rulos naturales.

Una forma de solucionar este problema es abrazar la rutina curly en tu día a día. Se trata de un método que busca potenciar la definición de los rizos sin los productos clásicos que pueden arruinar tu melena, para aportar los nutrientes que necesita y mantenerlos saludables e hidratados.

A continuación, te contaremos qué es el método curly, qué productos necesitas para implementarlo en tu rutina de cuidado capilar y cómo es el paso a paso. Además, responderemos a las dudas más frecuentes. ¡No te lo pierdas!

¿Qué es el método curly?

El método curly es una rutina de cuidado capilar para cabellos rizados en el que no se utilizan productos químicos que contienen sulfato, una sal sal formada al combinar el ácido sulfúrico y otra base.

El sulfato es el encargado de generar la espuma para limpiar el cabello, aunque es demasiado dura para los rizos, esto hace que pierdan forma y se resequen con facilidad. Aunque en esencia este no es un ingrediente «malo», se han estudiado los efectos del sulfato en el pelo y se ha sugerido que puede quitarle su humedad e irritar el cuero cabelludo.

El método curly, también llamado curly girl, nació de la mano de la estilista y peluquera inglesa Lorraine Massey, quien en la década de 1990 publicó el libro Curly Girl: The Handbook, algo así como una biblia para las mujeres de cabellos rizados.

Lo hizo después de toda una vida de batallar con el pelo encrespado. De hecho, cuando buscó cómo eliminar el frizz y la sequedad creó este método, con el objetivo de que las mujeres pudieran tener rizos más definidos, sin utilizar productos que dañaran el cabello.

¿Cómo iniciarte en el método curly?

Si tienes rizos y quieres comenzar a lucirlos más naturales, puedes comenzar a aplicar una rutina basada en el método curly. Para ello, antes de comenzar con el lavado, debes hacer un diagnóstico de tu melena.

Como ves en la infografía, es clave que conozcas bien tu tipo de pelo, así como su textura o su nivel de densidad y elasticidad, para afinar más la búsqueda de los tratamientos que necesitas. Veamos esto en detalle:

  • Identifica tu tipo de rizo: los cabellos se dividen en varios tipos. Los cabellos ondulados son los de tipo 2, los cabellos rizados son los de tipo 3, y los cabellos muy rizados o crespos son los de tipo 4. Reconoce la textura de tu pelo para ver su nivel de definición.
  • Conoce la densidad de tu cabello: los cabellos más densos son los que no permiten ver el cuero cabelludo. Si tus rizos son muy densos, lo mejor es optar por productos con ingredientes más ligeros para evitar que el cabello se sienta pesado o apelmazado.
  • Conoce la elasticidad de tus rizos: la elasticidad se mide al enrollar un mechón húmedo con tus dedos, tensándolo. Si el pelo no vuelve a su estado, significa que le falta hidratación. Este es un signo de que tu cabello podría beneficiarse mucho más con el método curly.
  • Evalúa la oleosidad del pelo: el exceso de sebo en el cabello se da cuando las glándulas de grasa del cuero cabelludo producen mucho aceite. Comprueba si tus rizos tienen mucha grasa al presionar tu cuero cabelludo sobre un papel matificante y verificar si se mancha. Si es el caso, quizá necesites un champú jabonoso con más regularidad.
  • Prepara bien tu baño: una vez que hayas decidido aplicar el método curly en tu rutina de cuidado capilar, lo mejor es eliminar o dejar fuera de circulación los productos con sulfatos y siliconas.

Productos que necesitarás para aplicar el método curly

Antes de conocer el paso a paso para darle la bienvenida al método curly a tu rutina, hazte con los los siguientes productos:

  • Activador de rizos.
  • Mascarilla hidratante.
  • Crema o gel para peinar.
  • Acondicionador leave-in.
  • Acondicionador sin siliconas.
  • Difusor de secador de cabello.
  • Sérum capilar reestructurante.
  • Champú con sulfatos para un último lavado.
  • Champú sin sulfatos o acondicionador co-wash.

Con información de Mejor con Salud