Un decreto presidencial firmado el 6 de marzo ha hecho que los empresarios en la isla de Margarita tengan expectativas positivas ante lo que podría ser el inicio de una etapa de reafirmación del “histórico régimen de libertad arancelaria” de Nueva Esparta. Con el decreto lo que se plantea es eliminar las exoneraciones arancelarias en productos importados que restaban competitividad a la oferta comercial del Puerto Libre.
Antonio López, directivo de la Cámara de Comercio, Puerto Libre y Producción del estado Nueva Esparta, explica para El Estímulo aspectos que de entrada se visualizan como positivos para el Puerto Libre de esta entidad insular.
López considera la decisión como «un factor positivo» que permitiría mejoras en la economía de Margarita en el mediano plazo, ya que de nuevo se impone aranceles a mercancías de consumo masivo al detal que llegan a las aduanas de Puerto Cabello, La Guaira, Guanta y Maracaibo.
Vuelve el «Puerto Libre» a Margarita
Al ser eliminadas considerablemente las exoneraciones a las importaciones, los productos terminados como quesos, licores, textiles y en general mercancías importadas a través de aduanas en tierra firme pagaran aranceles que antes no pagaban, mientras que se mantendrá la libre comercialización sin aranceles ni impuestos en la isla de Margarita, lo que debería atraer a los compradores.
López recuerda que esas exoneraciones a productos importados fueron establecidas originalmente en agosto de 2018, en el decreto 3547 publicado en Gaceta ordinaria 41456, en medio de un período de desabastecimiento, control de precios e inflación, un contexto de crisis en el que se recuerda la secuencia ya conocida para ese año del “bachaqueo” y del mercado negro en el país, por lo que no solo no está vigente para el momento actual, sino que incluso va en detrimento de los ingresos del Estado.
El empresario, conocedor de la dinámica portuaria y aduanera neoespartana, explica que en la mencionada gaceta 6890 “aparece también otra circunstancia que nos ayudó bastante y es el aumento de los aranceles en tierra firme en una lista de 320 productos en la que más de una tercera parte tiene que ver con mercancía que tradicionalmente se ha vendido en Margarita con mucho éxito».

En esa lista destacan productos del turismo de compras como licores, chocolates y variada confitería, tabacos, cigarrillos y picadura, quesos de diversas gamas, aceites comestibles con denominación de origen, cereales, aparatos electrónicos y electrodomésticos, cosméticos y artículos de perfumería y tocador, prendas de vestir textiles y de cuero, calzados, lencería, enseres domésticos, accesorios para automóviles y neumáticos.
«En general, toda la mercancía a ser llevada como equipaje de mano o acompañado está regida por la disposición aduanera de un cupo máximo de 3.000 dólares por persona por mes».
Ansiada competitividad
Detalla López que en la ocasión en que el Gobierno estableció las referidas exoneraciones aduaneras y de impuestos a importaciones, en medio de una crisis de desabastecimiento, el primer listado incluía aproximadamente 8.000 ítems tanto de productos no terminados para las industrias como de mercancía lista para la venta al detal, por un lapso de seis meses y progresivamente los fueron eliminando hasta dejar sólo 1.500 ítems de materias primas para procesamiento industrial. Desde el 6 de marzo pasado se retornó a la imposición.
«Es decir, una cantidad importante de productos comestibles a los que se les incrementaron los aranceles entre 35 y 40%. El arancel tradicional normal para estas mercancías siempre fue de 20%», advierte.
Precisa que, en Margarita, como Puerto Libre, no se pagan esos aranceles en la aduana de El Guamache, puerto ubicado al suroeste de la isla en el Municipio Tubores y terminal marítimo donde llegaban cruceros hace algunos años. “Esto nos da una ventaja comercial bastante considerable, en relación con la actividad comercial importadora en el resto del país”, acota.
Antonio López agrega que, en el caso de los licores, y en relación con las ventajas de tener la ley de Puerto Libre, no solamente fueron aumentados en el resto de las aduanas del país en 40% los aranceles, sino que además fueron incrementados los impuestos internos en lo que se incluyen los tabacos y cigarrillos.
El empresario pone el caso de la importación del whisky en las aduanas del país y no en Nueva Esparta, se aplica un impuesto interno sobre el PVP y refirió que anteriormente se pagaba 10% únicamente “y ya hoy en día ese arancel fue subido a 50%», dice.
«Esto significa que, si este licor aumentó en 40% por derecho de importación, más 50 % sobre el PVP, estamos hablando de que los whiskies serían pechados en tierra firme con aproximadamente 85%. Comparativamente, tenemos que, con todo este aumento de los aranceles en las otras aduanas, en Margarita lo que paga normalmente es 1% sobre el valor de la mercancía; eso es el valor CIF que incluye el flete, el seguro y cualquier otro gasto que implicó la mercancía en el extranjero. Es decir, un atractivo para la compra y consumo en territorio insular«, ilustra.
Debido a lo anterior, López cree que «hay una oportunidad de oro de recuperación para que la gente que venga de tierra firme puede volver a comprar aquí en Margarita a muy buenos precios».
Las 4 razones que desplazaron el Puerto Libre de Margarita
– Y cómo fue que causaron tanto perjuicio aquellas exoneraciones del 2018 que ahora son sustituidas por imposiciones arancelarias e impuestos
López señala cuatro circunstancias que echaron por tierra la hegemonía que tenía el Puerto Libre de Margarita. En primer lugar, un grupo de decretos de años anteriores a la promulgación a la ley de Puerto Libre en 2000 que la subordinaron a disposiciones legales económicas nacionales y redujo los efectos de las licencias de importación de vehículos automotores, lo que no permitió traer más automóviles ni motocicletas a la isla. bajo el régimen especial aduanero local.
Una segunda circunstancia, fue la “urgencia que hubo de exonerar aranceles en las aduanas del país a una cantidad de productos importados que también se vendían con mucho éxito aquí en el Puerto Libre”
Otro punto fue la incorportación del sistema de “puerta a puerta” creado, dice, “no para uso comercial sino particular; es decir personas desde otros países mandaban a sus familiares cajas con alimentos y medicinas y poco a poco ese sistema fue aceptando mercancía con fines de venta al detal y progresivamente licores y delicateses. Entonces ahí fue donde salieron los famosos bodegones, y así Tierra Firme se convirtió en un puerto libre donde no había cargas arancelarias ni se pagaban impuestos”.
Y como cuarto punto, al caer el mercado de mercancías importadas en Nueva Esparta, navieras muy importantes como CMA-CGM, Container Line y Seaboard Marine se alejaron de la ruta por la falta de carga.
López comenta que por diversas iniciativas y gestiones se logró que la tercera empresa a nivel mundial, CMA-CGM, empezara a dar servicios de carga hacia el terminal marítimo de El Guamache desde diversos puertos internacionales.
«Hay la confirmación y se establece la garantía de que las cargas lleguen seguras y a tiempo al puerto de El Guamache mensualmente», señala. La mercancía viene de diferentes partes del mundo: Miami, Panamá, China, Europa y Sudamérica.
196 años de historia
La isla de Margarita fue declarada Zona Franca en el año 1966 y posteriormente, en 1974, se instauró el régimen de Puerto Libre. Ambas medidas por decretos de los gobiernos de turno en cada fecha tuvieron como exposición de motivos promover el desarrollo económico y crear atractivos centros de compras o almacenes especiales para la mercancía en tránsito.
Teodoro Bellorìn, dirigente empresarial margariteño, ex presidente de la Cámara de Comercio y Producción, responsabilidad gremial que ejerció por dos períodos desde 2013 hasta 2017, ha participado en iniciativas y gestiones en términos legales y operativos orientados al funcionamiento del Puerto Libre, lo que adicionalmente le permite dar testimonio de procesos relacionados con la historia de esta estructura comercial.
«El Puerto Libre ha significado un verdadero impulso para la economía neoespartana, centrado histórica y principalmente en mercancías básicas como ropa interior, sábanas, pantalones, pañales, cigarrillos y licores. Estos productos, importados en volúmenes significativos, abastecían buena parte del mercado nacional y hacían de Margarita un punto estratégico para la actividad comercial en Venezuela».
Acota que, aunque se manejaban otros rubros importados, entre los que destacaban eran los licores y cigarrillos que con el tiempo tuvieron una significativa demanda, y los bienes de consumo masivo que ya mencionó que eran los que realmente generaban el volumen y el dinamismo del comercio local.
Recuerda Bellorìn que “la isla se convirtió en un hervidero de compradores que llegaban aquí y regresaban continuamente hacia Tierra Firme, en su mayoría revendedores que encontraban en Margarita una fuente confiable y accesible de productos importados”. En agosto del año 2000, “tras gestiones y esfuerzos del sector empresarial por mucho tiempo, se promulgó finalmente la Ley de Puerto Libre”.
Califica este paso como un “hito fundamental” que otorgaba estabilidad al régimen arancelario y “lo protegía del vaivén político y de decisiones coyunturales de los gobiernos de turno”.
Acota sin embargo que, al generarse alteraciones en los procesos económicos del país, surgieron situaciones coyunturales y “a pesar de la existencia de la ley, el régimen fue perdiendo fuerza a medida que el Ejecutivo tomaba decisiones que limitaban su alcance. La restricción a las importaciones de vehículos y alimentos fue uno de los primeros golpes que debilitó la estructura del Puerto Libre”. Fueron tiempos en que ingresaban vehículos con licencias específicas de importación sólo para comercializar y circular en el territorio insular.
Más recientemente, en noviembre de 2016, la Asamblea Nacional aprobó una reforma en primera discusión a esta ley, luego de varias consultas públicas con la participación de los gremios empresariales, quedando aún pendiente su aprobación definitiva.
«La situación se agravó cuando, ante la crisis de abastecimiento nacional entre 2015 Y 2018, el Gobierno decidió liberar el pago de aranceles e IVA en todo el país. En ese momento, Venezuela entera se convirtió, de facto, en un Puerto Libre y Margarita perdió su ventaja competitiva. Esta medida, lejos de fortalecer la economía nacional, terminó por asfixiar una de las pocas herramientas con las que contaba Nueva Esparta para dinamizar su economía».
Con información de El Estímulo